Yo también me echo a temblar cuando hablan de una película destacando su bajo presupuesto, su innovación, la angustia que produce... me recuerda todo a "El proyecto de la bruja de Blair" y siempre pienso que sí, que estará muy bien hacer una peli con pocos medios, que en este caso conseguir rodar 92 minutos dentro de un ataúd tiene muchísimo mérito y que sin duda ese director en el futuro hará algo de provecho, pero de momento que no cuenten conmigo.
Así que fui ver "Buried" obligado, casi. Es una larga historia.
¿Y qué puedo decir? Pues repetir los tópicos con el mismo entusiasmo con el que me llegaron a mí. "Buried" no es una película coñazo y pretenciosa. Al revés, es una película angustiosa pero a la vez de acción, una película con un montaje espectacular y un guión impresionante, la verdadera sorpresa de la temporada. Por cuestiones de trabajo, veo bastantes películas a lo largo de un solo mes -otra cosa es que me cunda, dirá alguno- y normalmente a la media hora ya veo por dónde va a ir la historia. Con "Buried" me olvidé de que había pasado media hora, cuando miré el reloj ya llevábamos una hora y pico de película y no podía parar de comentar a la chica que se sentaba al lado: "Esta peli es buena, esta peli es muy buena".
No sé en qué momento a Rodrigo Cortés se le ocurrió mezclar una realización claustrofóbica con la historia de la guerra de Irak y la producción de Miki Nadal, pero fue un momento feliz. Ni siquiera se mete en política, y si se mete es con el suficiente cinismo como para no molestar a nadie. Por supuesto, hay algunas escenas destinadas más a "ganar tiempo" que a otra cosa y puede que no todos los actos del protagonista sean los lógicos vistos desde la butaca del cine, pero él está en un ataúd dos metros bajo tierra en algún lugar perdido de Irak mientras los secuestradores le gritan y le insultan por el móvil y el oxígeno se acaba.
Efectivamente, uno sale del cine queriendo respirar hondo pero no sólo. Detrás de la claustrofobia, hay talento. Si usted también es de los escépticos, quítese la espina y dele una oportunidad. Desde luego, no va a aburrirse.