¿Algún sociofóbico en la sala? Bien, supongo que eso es contradictorio.
Llegué al Búho Real en pleno ataque de pánico social, convencido de que me apetecía escuchar a Rafa Pons pero no demasiado convencido de que me apeteciera estar en un concierto, rodeado de gente a la que conozco y con la que no quiero ser descortés ni antipático ni nada de eso. Expectativas, en fin.
Nada más llegar, Isa estaba en la barra y eso fue una gran noticia porque me ayudó a pasar el trago hasta que me empezó a hacer efecto el whisky. Porque, sí señores, necesitaba un whisky.
Por cierto, han quitado mi libro del Búho, lo que supone el segundo bar consecutivo del que se retira y la constatación de que jamás existió.
Después del whisky ya mucho mejor. Mejor con Luis Ramiro, con Irene, con Kika, con María, con Álex, con la propia Isa, con la otra María. Bailando las canciones y berreando si hacía falta. Las bonitas y las otras. Recibiendo algún abrazo inesperado, porque los abrazos, últimamente, se prodigan lo justo, y es una verdadera lástima, porque se agradecen mucho.
Luis salió a cantar "Romper" y a mí me encantó. Casi tanto como "La novia cadáver" (este es un chiste privado por si lee este post, pero no deja de ser verdad). No pude evitar pensar cuánto tiempo hacía que Luis no salía al escenario del Búho, aunque obviamente no me veo todos los conciertos y supongo que no será el primer amigo que le invita a tocar.
Lichis no estaba. La chica que llamaba Richi a Lichis, tampoco.
Berenguer vendía discos, Noriega interactuaba, Rafa firmaba autógrafos y se hacía fotos con un montón de fans que hacían -literalmente- cola, esperando su turno. Alguien se enamoró de él, o quizás venía enamorada de casa. Hicimos planes de más copas en el Honky, pero la gente empezó a marcharse y acabé solo en la calle Fernando VI hablando por teléfono sobre cosas casi imposibles.
Álida me dijo: "Mejor vete a casa" y eso es lo que hice, a ver a Pau. Pau no apareció. Bueno, apareció un rato y luego se borró. Un poco como yo, si se piensa. Tendría un mal día, a veces pasa.
El Estado es un sensor
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*por Yaiza Santos*
Enumeró, en contra de su costumbre, lo que hasta ese momento había
declarado el señor Víctor de Aldama ante el juez. Por ejemplo los p...
Hace 12 horas