Como se supone que le dijo Christina Rosenvinge a Nacho Vegas: "Si lo hacemos, tonto mío, pues hagámoslo como es debido". Hace unos cuantos posts ya, escribí que me daba bastante igual ganar una competición tan aburrida como la Eurocopa e inmediatamente la Eurocopa dejó de ser aburrida y empezaron a verse unos partidos más que interesantes.
Sin embargo, sigo pensando lo mismo: ganar no es lo más importante, lo importante es divertirse, y creo que jugar contra Italia es mucho más divertido que jugar contra Rumanía. Pensar en ese partido le pone a cualquiera. Los himnos de antes, las primeras patadas de Camoranesi, los paradones de Buffon a los primeros tiros de Villa y Torres, un penalti no pitado, un par de goles de Luca Toni de rechace... La épica, señores.
Italia nos va a pasar por encima. Al menos, eso es lo más probable. Nos va a pasar por encima porque es más competitiva, porque vienen de sufrir lo indecible, porque son campeones del mundo, porque juegan más compacto y porque hacen buen fútbol. Vale, perdieron contra Holanda, pero porque les machacaron a la contra, y ante Rumanía deberían haber ganado. La gente se ha quedado con el penalti que falló Mutu, pero en realidad Italia tuvo casi todas las oportunidades.
Así que además de una cuestión histórica es una cuestión de juego: Italia juega mejor que España. Ahora bien, con la defensa que tenemos, igual venía Rumanía y nos ganaba y entonces la depresión sí que hubiera sido de caballo. Aparte, ganarle a Rumanía... pfff... se nos olvidaría a los cinco minutos. Ganarle a Italia, si por algún casual se da: eso es fútbol. Uno va a la Eurocopa para este tipo de cosas, que te toque Italia, que compitas a lo bestia, que se vea un partido tenso...
Me encanta, ya lo digo. Creo que perderemos y me jode, porque voy con España, pero prefiero eso que jugárnosla contra una selección horrorosa que igual nos gana también. ¿No?