Estoy escribiendo la reseña del último libro de un conocido escritor latinoamericano para una prestigiosa revista literaria. Probablemente salga en septiembre. No quiero dar más datos para no joderlo todo. Estaba pensando en el concepto de "revolución" y "acción directa" y me he atrevido a mencionar a Ortega en mi reseña. Creo que es un acto de valentía infinita porque no hay nada más fácil para ganarse enemigos que citar a Ortega.
Curiosamente, minutos después, leo esto en un enlace del blog de Santiago González, así que pienso en aquello de la sincronicidad y me pongo a leerlo y me parece que merece mucho la pena ponerlo aquí porque en ese artículo se entienden muchas cosas que vendrían después y no sólo en España...
P.D. Por cierto, me incomoda y me irrita que González utilice el término "joven ministra" para referirse a Aído de manera despectiva. Obviamente, es porque tenemos la misma edad. Efectivamente, Aído es joven y es mujer, y somos muchos los que pensamos que si está ahí es por un efecto populista que hizo que Zapatero y sus asesores pensaran que estaba bien colocar a una mujer joven en el Gobierno.
Ahora bien, si lo que González quiere decir es que Aído es "inexperta" o que carece de formación, de conocimientos, de aptitudes... debería utilizar los adjetivos correspondientes, independientemente de que tenga 31 años o tenga 52. Porque, si no, parecería que "joven" en sí es un defecto y eso no parece muy justificado...
El Estado es un sensor
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*por Yaiza Santos*
Enumeró, en contra de su costumbre, lo que hasta ese momento había
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Hace 12 horas