La tenista Marion Bartoli acaba de anunciar su retirada a los 28 años. No es el primer caso de una retirada prematura en el tenis ni fuera del mundo del tenis, de hecho, hemos visto casos como los de Justine Henin o Kim Clijsters, en los que a la retirada momentánea por fatiga mental, embarazo o simple pérdida de la motivación le ha acompañado un regreso más o menos triunfal a las pistas poco tiempo después. Lo raro del caso Bartoli es que su anuncio de retirada, entre lágrimas, se produzca un mes después de ganar Wimbledon, el único torneo de Grand Slam en su palmarés.
Todo apunta a una pésima gestión anímica del éxito y en esa hipótesis nos vamos a quedar. Eso no quita para que uno pueda tener dudas legítimas sobre cómo es posible que una jugadora que no ha pasado de cuartos de final en ningún torneo durante el año, llegue a Wimbledon, gane sin perder un solo set en todo el torneo por muchas bajas que encuentre en el camino, y un mes después reconozca que físicamente no está ni para competir. Parece lógico pensar que la razón no puede ser puramente física sino más bien mental o, si se quiere, que conseguir el éxito hace que no tenga sentido seguir luchando. Ya tienes lo que quieres, ahora te vas, por mucho que un mes antes dijeras que ibas a por el US Open porque te encontrabas en el mejor momento de tu carrera.
El problema de lo de Bartoli es que surge en un momento en el que todo el deporte profesional está en duda y dentro de una especialidad que tiene serios problemas de transparencia. Cuando digo "raro", "problema", "duda" y "transparencia" ustedes pensarán automáticamente en dopaje y me dirán que estoy acusando sin pruebas. Algunos de ustedes, al menos, reconózcanlo. Es más bien al contrario: señalar lo que me parece extraño en un deporte o en un jugador, sea del equipo o disciplina que sea, y pedir algún tipo de investigación no es acusar sin pruebas, es pedir explicaciones sensatas sobre algo que parece anómalo precisamente para que deje de ser anómalo y lo podamos entender todos.
Precisamente porque hay tramposos, y muchos, en el deporte profesional, es por lo que necesitamos estar seguros de que los demás van limpios y que las heroicidades de verdad son heroicidades y no repeticiones del caso Armstrong o el que se les venga a la cabeza. Por eso, sin presuponer que todo lo que no entiendo es dopaje, que es completamente absurdo, voy a lanzar una serie de preguntas que me gustaría que se pudieran contestar y para las que aún no tengo una respuesta suficientemente clara. Son preguntas sobre el mundo del tenis, porque el ciclismo, diga lo que diga Toni Nadal, al menos finge que se toma esto en serio. El tenis, ni eso. Las preguntas podrían ser sobre natación o atletismo también, por supuesto, pero van a ser sobre tenis porque es lo que toca hoy. Allá voy:
- En su autobiografía, Tyler Hamilton definía al doctor Del Moral como la clase de médico que, entra en una habitación y antes de que te des cuenta tienes una aguja puesta en el brazo. En la investigación posterior de la USADA se señala a Del Moral como pieza clave de la "mayor trama de dopaje de la historia" y se le sanciona de por vida, sanción que ha hecho extensiva la AMA. El propio Toni Nadal, en entrevista a JotDown, afirmaba que Lance Armstrong era un tramposo y "que lo sabíamos todos". Del Moral era el médico de Armstrong, o lo fue en el período 1999-2003 al menos. Bien, ¿qué hacía exactamente Del Moral en la academia TennisVal durante años?, ¿cuáles eran sus tratamientos médicos?, ¿aparte de Sara Errani, sorprendente finalista de Roland Garros viniendo de la nada justo antes de la sanción a Del Moral, qué jugadores colaboraron con él?, ¿hay investigaciones llevándose a cabo para verificar que esos jugadores no han estado sometidos a tratamientos dopantes como otros clientes de Del Moral?
- ¿Cuál es exactamente la "ayuda sustancial" que dio Wayne Odesnik a la ATP y la FIT que justifica la reducción de su sanción de dos años a uno? Hay que recordar que la sanción a Odesnik no era exactamente por dopaje sino por tráfico de sustancias dopantes: el amigo se presentó en el Open de Australia con un cargamento de hormona del crecimiento que hacía complicado pensar que se tratara de dosis para él solo. ¿Quiénes eran, pues, sus clientes? ¿Es esa la información que dio a las autoridades y por la cual ya está compitiendo de nuevo en Grand Slams?, ¿por qué el jugador niega haber dado ninguna información a ese respecto, en un inverosímil giro de la trama?
- Odesnik aparece también en los papeles de la investigación que la Agencia Federal está llevando a cabo en Miami y determinados gimnasios de Florida para acabar con el tráfico de esteroides, anabolizantes, hormona del crecimiento y otras sustancias dopantes relacionadas especialmente con el béisbol. La investigación está a punto de llevarse por delante la carrera de Alex Rodríguez, entre otros, una de las más grandes estrellas de los New York Yankees y del deporte. ¿Sabe algo la ATP de lo que está pasando en Miami, el papel de Odesnik en todo eso y por qué determinados deportistas han trasladado a esa ciudad su lugar de entrenamiento con éxito inmediato?
- Precisamente el pasado Wimbledon, el que ganó Bartoli, fue el que más retiradas tuvo en la historia, al menos en la Era Open (desde 1968). A las pocas semanas, supimos que uno de los retirados por lesión, Marin Cilic, cabeza de serie en el torneo, no estaba lesionado sino que se le había recomendado apartarse por tener un asunto de dopaje pendiente desde el torneo de Munich en abril. Aún a día de hoy la investigación, al parecer, sigue abierta, cuatro meses después, porque Cilic va a reaparecer pronto y los organizadores del torneo de Kuala Lumpur están tan contentos de incluirle entre sus invitados porque "todavía no se ha resuelto la investigación". ¿Por qué se permitió al jugador mentir en Wimbledon sobre su falsa lesión? ¿Por qué la organización y la ATP dieron por buena públicamente la versión si era falsa y lo sabían? ¿Qué clase de sustancia se está investigando para que cinco meses después aún no se sepa si la tomó o no? ¿Cuántas otras retiradas "por lesión" o derrotas en primera y segunda ronda de grandes favoritos y favoritas podrían tener su origen en advertencias de este tipo?
- El de Cilic no es el único caso de sanción encubierta que pasa por lesión mientras vemos qué hacemos contigo. Por supuesto, todos conocemos lo de Agassi y como su positivo por cristal fue apañado entre bambalinas para no dañar la reputación de una de las estrellas del deporte. Yo sigo pensando que la intención no era doparse para mejorar rendimiento pero desde luego es un indicio de cómo se toma la ATP la lucha contra el dopaje, de manera casi tan seria como cuando Richard Gasquet dio positivo por cocaína y la excusa "es que besé a una chica que había esnifado coca poco antes" se dio por buena. Sí, están leyendo bien: se dio por buena. Rafa Nadal, además, le apoyó públicamente, convencido de la inocencia de su amigo. Pero no vamos a Cilic ni a Gasquet sino a Fernando Romboli, jugador que dio positivo en verano de 2012, se retiró de las canchas durante varios meses y solo en mayo de 2013, la ATP informó de que esa retirada se debía a una sanción por dopaje (furosemida) que el jugador había aceptado voluntariamente mientras se incoaba el expediente. Como la sanción era de ocho meses y medio, se le consideraba ya apto para competir de nuevo.
¿Por qué se permite que un jugador dé positivo y cumpla la sanción sin hacer público su nombre ni el motivo?, ¿cuántos casos como ese hay?, ¿es cierto, por tanto, que algunos jugadores desaparecen durante largos períodos de tiempo y vuelven porque han sido sancionados ocho meses y medio por dopaje o esta es una excepción inexplicable?
- Victor Troicki, jugador irregular pero que llegó a estar en el Top 20 y fue campeón de la Copa Davis con Serbia junto a Novak Djokovic, ha sido sancionado con 18 meses por negarse a dar una muestra de sangre en un control durante el torneo de Montecarlo. Negarse a dar una muestra de sangre es motivo de sanción según el Código Antidopaje de la AMA, pero el propio Djokovic ha salido a defender a su amigo, como Nadal hiciera con Gasquet. El problema de nuevo es que Troicki no es el primero en negarse a pasar un control anti-dopaje: en octubre de 2011, la tenista Serena Williams hizo algo parecido cuando unos inspectores se plantaron en su casa. La reacción de la estadounidense fue encerrarse en lo que ellos llaman "panic room" y llamar a la policía, como si fueran ladrones que venían a asaltarla. No debe de ser fácil distinguir a un médico acreditado con documentación que hace su trabajo según los estándares que tú misma has aceptado de un ladrón, a lo que se ve. Serena Williams escapó sin sanción. ¿Por qué se tratan los dos casos de distinta manera?, ¿a qué se debe el escaso número de análisis de sangre fuera de competición cuando sabemos por otros deportes que los tramposos suelen utilizar los períodos de entrenamiento para doparse más que las propias competiciones?, ¿es verdad, como dijo Novak Djokovic, que el número uno del mundo llevaba meses sin pasar un análisis de sangre fuera de competición?, ¿cuáles son los criterios para estos análisis?
- Por último, la ATP anunció la implantación del pasaporte biológico para la temporada 2013. Es una medida que yo creo que ha funcionado bastante bien en ciclismo. No es una panacea, no elimina a los tramposos, es fácilmente trampeable por buenos médicos... pero limpia bastante. ¿Exactamente cuándo estará listo ese pasaporte biológico en tenis?, ¿por qué se dilata tanto su aplicación?
Cuando todas estas preguntas se respondan -y habrán visto que ninguna entra dentro del terreno de la paranoia sino de la mera investigación- yo pensaré que el tenis es un deporte serio. No digo limpio igual que ahora no puedo decir sucio, porque sería injusto. Digo serio, que no es lo mismo.