Como casi todo el mundo, descubrí a Javier Bardem gracias a "Jamón, jamón", una película que me gustó bastante más de lo que ustedes piensan, y a aquel papel de yonki de "Días contados", que, curiosamente, no me pareció para tanto pero le valió el Goya y la Concha de Plata en San Sebastián, ahí queda eso. He de reconocerles que Bardem me parecía irregular y me dejaba dudas: por ejemplo, podía intercalar un "Boca a boca" o un "Los lunes al sol" -terribles, tanto Luis Tosar como él- con la majestuosa interpretación de Reinaldo Arenas en "Antes que anochezca".
La irregularidad, en cualquier caso, le valió dos Goyas más y una nominación al Óscar. La primera nominación de un actor español al Óscar, de hecho. Les voy a dar los nombres de los actores con los que competía en esa edición, para que se hagan una idea del mérito: Geoffrey Rush, Ed Harris, Tom Hanks y, el ganador, Russell Crowe, por "Gladiator".
Tampoco me convenció en "Mar adentro". Una matización: no es que no me convenciera su actuación, aunque ya digo que sus problemas de dicción me ponían nervioso, es que no me convencían ni su elección de personajes ni su tendencia a la seriedad constante ni las películas en las que participaba. Mucho ruido y pocas nueces. Por supuesto, ganó el Goya en aquella orgía de premios que fue la gala de 2003 para la película de Amenábar. Dio la sensación de que aquel año no se habían hecho más películas en España.
Su establecimiento en Estados Unidos le ayudó, y mucho. No sé qué cambió ahí o si simplemente fue la madurez de un gran actor. Su interpretación del complejísimo Anton Chigurh es, sin exagerar, una de las mejores actuaciones que le he visto a nadie nunca. Absolutamente impresionante. Y con acento sureño. Bardem se come toda la película y no estoy seguro de que esa fuera la idea. Por ejemplo, Chigurh no se come todo el libro de McCarthy. Me gustó en "Vicky, Cristina, Barcelona" por muy irreal que fuera su personaje, me gustó incluso en aquel espanto llamado "Come, reza, ama" y por lo que dicen está sensacional en "Biutiful", película que, para ser honesto, no me he atrevido a ver.
En fin, esta tarde han anunciado su tercera nominación a los Oscar por esta película. Dos como actor principal y una como actor secundario. Dudo que haya un actor o actriz de lengua no inglesa que haya conseguido algo así y que lo haya conseguido en un período de once años. Desde luego, para un español era un sueño imposible, y en un momento en el que el propio cine español considera a Carolina Bang como promesa de futuro es conveniente insistir en lo bueno que es Bardem y lo bueno que va a seguir siendo mucho tiempo.
Su mérito es de otro mundo. Enhorabuena.