El grupo PRISA es un misterio insondable. Qué decir de su sección deportiva. Entre los Roncero, Hermel y resto de columnistas del As consiguen que Intereconomía tenga una audiencia brutal en el late night. Nunca entendí que un tipo aparentemente sensato como Alfredo Relaño se rodeara de esa panda de hooligans de criterio muy dudoso. Así que Roncero se queda y Segurola se va a la competencia. De acuerdo que la competencia es un desastre, pero, ¿a qué prescindir de Segurola?
Bueno, pues ahora parece que van a echar también a Paco González. A mí no me afecta demasiado como oyente porque de hecho solo escucho la SER para escuchar su programa. Si se va a otra cadena, lo más probable es que le siga. Y si es posible que se lleve a sus colaboradores. O a la mayoría. Y hagan otro Carrusel Deportivo, al fin y al cabo, lo que hay ahora lo ha inventado él con Jorge Hevia y compañía. Antes había otra cosa. Y no lo escuchaba nadie, escuchaban a García.
En fin, puede que la cosa se arregle y todo siga igual. Yo, desde fuera, no entiendo nada. Preguntaría, pero no me atrevo. En cualquier caso, este escarnio público justo el día en el que el Atleti se lleva la Europa League y en la víspera de la última jornada de liga no parece de recibo. Por no hablar del Mundial. Ya digo, PRISA va de moderno y progresista y en realidad es lo mismo de siempre: despidos, reducciones de sueldo, condiciones dudosas y expedientes fulminantes.
Los expedientes, como siempre, a los mejores. Los mediocres que respiren tranquilos.