El periodismo decide suicidarse

"Zapatero tumba a Rajoy", titula "El País" en su edición de hoy. Uno espera que ese titular esté basado en un análisis racional y detallado de las intervenciones, es decir, que sean un ejercicio de lo que se viene llamando "periodismo". Pero no, está basado en la estadística. Una encuesta dice que...

Dejemos a un lado la violencia -¿"dramatización"?- del titular, que nos aproxima a la idea más extendida cada vez de la política como un deporte olímpico más. Enfrentémonos al hecho de que ni el periódico más importante de España ni prácticamente ninguna de las ediciones digitales de los demás periódicos se atrevan a tener una opinión. O más bien se cubran las espaldas: "Total, como a nosotros no nos creéis, pues os ponemos lo que vosotros queráis".

Un hecho histórico: el periódico se informa a través del lector y no el lector a través del periódico. Para los que no vimos el debate de ayer, la sensación es desoladora. Imposible saber nada. Son todo cifras y porcentajes e interpretaciones sobre las cifras y porcentajes...

Tengo la sensación de que el periodismo, cuando habla de política, se siente culpable. Acomplejado. Saben que sabemos que hacen trampas. Saben que esperamos que Público, El País, El Periódico, La Vanguardia y El Plural digan que ha ganado Zapatero. Saben que esperamos que El Mundo, ABC, La Razón y Libertad Digital digan que ha ganado Rajoy. Pase lo que pase.

Así que dejan su opinión, su trabajo, su presunta objetividad... el periodismo, en definitiva... para las páginas interiores y deciden titular quitándose el peso de la responsabilidad, renegando de su profesión: Ahora los lectores son noticia. No sólo eso. También hacen la noticia.

Aunque sea contestando al teléfono o haciendo clic en una página de Internet.