La Comunidad de Madrid, víctima de un ataque de oportunismo patriota, decidió colgar enormes carteles con las camisetas y los nombres de los doce campeones del mundo de la Selección de baloncesto.
Podría hablar, y mucho, del interés que se toma la Comunidad de Madrid -y no digamos el Ayuntamiento- por el baloncesto de base, pero son momentos de celebración y no de ajustar cuentas.
En cualquier caso, a lo que iba es al feo detalle, feísimo, de tener las doce camisetas de los jugadores colgadas en la fachada y dejar la de Pepu en la esquina con Carretas, arrinconada, escondida, como si el entrenador fuera un añadido molesto al éxito del equipo.
Mucho más feo, poniéndonos patrióticamente oportunistas, si tenemos en cuenta que Pepu nació en la Prospe y entrenó durante 12 años a uno de los tres grandes equipos de la Comunidad de Madrid.
Claro que el oportunismo y el conocimiento suelen estar enfrentados, es lo que tiene...
El Estado es un sensor
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*por Yaiza Santos*
Enumeró, en contra de su costumbre, lo que hasta ese momento había
declarado el señor Víctor de Aldama ante el juez. Por ejemplo los p...
Hace 14 horas