Lo mejor para despertarse cuando uno entra en el cine a las 9 de la mañana -convendremos en que es una hora impropia- es ponerse a ver una película que empieza con "Bohemian like you" de The Dandy Warhols. Y que la respeta casi entera durante los títulos de crédito.
Lo que me agrada -siempre- de Tom di Cillo no es sólo que afronte temas que a mí me fascinan -mundos de ganadores y perdedores, famas efímeras, televisión y cine vistos con una ironía que no cae en el chiste ni el estereotipo- sino que lo haga divirtiéndose.
"Delirious" es un buen ejemplo de lo que viene siendo el Festival: una película agradable, entretenida, variada, algo desigual pero que merece la pena verse. No es lo que pasaba otros años, ya lo he advertido varias veces. Entonces, uno se preguntaba cuál podía ganar en un gesto de asombro, ahora prácticamente cualquiera valdría. No hay grandes obras maestras, de acuerdo, pero ellos se divierten, nosotros nos divertimos y todo es más fácil...
Aparte de Steve Buscemi, por supuesto, un clásico.
Empezar el día con una comedia y haberlo acabado ayer a la 1 de la mañana con un drama por excelencia, "Rocco y sus hermanos", de Visconti en la otra punta de la ciudad, lo que quiere decir que uno llega a la 1,30 a la pensión y se pone a hablar de crítica de cine con su hermano y duerme poco, aunque bien, y no puede esperar la cola para conseguir las entradas del día siguiente, así que coge un periódico y lee y manda mensajes y se da cuenta de que sólo son las 8,45 y, eso está claro, hoy va a ser un día muy, muy largo.
Bosco Palacios anda por aquí, espero verlo. No es fácil, no crean. No sos vos soy yo. Por cierto, y para acabar, el mítico género de la copromoción. Además de aquí, escribo en otros lados.
El Estado es un sensor
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*por Yaiza Santos*
Enumeró, en contra de su costumbre, lo que hasta ese momento había
declarado el señor Víctor de Aldama ante el juez. Por ejemplo los p...
Hace 14 horas