Pepe Rubianes no odia a España, aclara el actor y director, odia sólo a "la España que mató a Lorca". Sería conveniente matizar que a Lorca no le mató "una España" igual que a tantos abuelos, bisabuelos, etcétera de nuestra generación no los mató "la otra España" -"las hordas rojas" como se empeñan en recordar de manera sospechosa todas las esquelas de "El Mundo" publicadas en este último mes-.
Ni España mató a Lorca ni España mató a sus contrincantes políticos. Los mataron españoles. Con nombres y apellidos. Caiga sobre ellos la ignominia y el desprecio por sus actos.
Sin embargo, 70 años después, Pepe Rubianes sigue odiando a los que mataron a Lorca y con esa metáfora identifica a media España, o un 40% de España, o un 45%, vaya usted a saber... El PP, para que nos entendamos. La explicación de Rubianes está clara: en realidad, los únicos cojones que deberían volar por los aires son los de los militantes y votantes del PP.
Su explicación no ayuda mucho a la hora de pedir autorización para exponer su obra -una obra sobre Lorca en la que se supone que se ahonda en este prejuicio del director- al ayuntamiento de una ciudad que el PP gobierna desde hace 20 años, básicamente porque más de la mitad de sus ciudadanos ha elegido esa opción política.
Sin embargo, por lo que veo, sí le ha servido para recibir adhesiones inmediatas. Por ejemplo, la de Comisiones Obreras, quienes, a lo que se ve, comparten pensamientos y deseos con respecto a la mitad de españoles ya varias veces citados en este post.
El Estado es un sensor
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*por Yaiza Santos*
Enumeró, en contra de su costumbre, lo que hasta ese momento había
declarado el señor Víctor de Aldama ante el juez. Por ejemplo los p...
Hace 14 horas