Parece ser que, durante su encuentro de cuartos de final, dos sets abajo y 5-3 en el tercero, James Blake le gritó a Federer, desesperado: "Eres demasiado bueno". No sé si Federer le oyó, el caso es que fuera el halago o la cercanía de la victoria, el suizo se descentró, perdió su servicio, perdió el set y estuvo a punto de empezar perdiendo la cuarta manga.
Despertó a tiempo y ganó sin demasiados problemas.
Antes de la final, en lo que parecía una referencia a Blake, su compatriota Andy Roddick declaraba a la prensa: "Voy a utilizar todas mis armas contra él, voy a ir a por él desde el principio. Si el tipo es demasiado bueno, entonces es demasiado bueno. Pero voy a intentarlo".
Mala táctica. A los veinte minutos, Roddick perdía 5-0. Antes de las dos horas y media, el partido había acabado. Efectivamente, el tipo era demasiado bueno.
El Estado es un sensor
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*por Yaiza Santos*
Enumeró, en contra de su costumbre, lo que hasta ese momento había
declarado el señor Víctor de Aldama ante el juez. Por ejemplo los p...
Hace 14 horas