sábado, diciembre 03, 2011

Barcelona 5-Levante 0



0-3 ganó el Madrid en Gijón y 5-0 respondió el Barcelona ante el Levante. Bien pudieron ser seis pero lo de los árbitros españoles cada año va a peor, llegando a monumentos de la inutilidad como el gol anulado a Iniesta, un verdadero despropósito… La buena noticia para el Barça es que con estos resultados podría salir líder del Bernabéu. Un liderato efímero, de acuerdo, puesto que se debería al partido de más que jugó ante el Rayo entre semana, pero liderato a fin de cuentas antes de afrontar el Mundialito, uno de los grandes objetivos de la temporada.

Parece que la liga de dos vuelve a funcionar a pleno rendimiento, salvo cuando al Barcelona le sacas del Camp Nou. El Madrid lleva 37 de 42 puntos posibles, su máximo rival, 34 de 45. Si los números en cuanto a puntos ya nos llevan a la frontera de los 95-100 a final de temporada, quédense con los goles a favor: 96 entre los dos y los goles en contra, que suman solamente 17. Es muy probable que, de necesitarlo, ambos equipos rompan este año el famoso record del Madrid de Toshack. Los dos están por encima de la media.

Cuento todo esto porque hay poco que contar del Barcelona-Levante. La primera parte de los de Guardiola fue muy buena, de lo mejor de la temporada. Un 3-3-4 equilibrado, con dos extremos claros en Alexis y Cuenca, dos falsos delanteros como Cesc y Messi y el tridente Busquets-Xavi-Iniesta organizándolo todo. ¿Saldrá así el Barcelona en el Bernabéu? No lo creo. Este sistema depende del nivel de presión del equipo contrario. Es una muy buena solución ante equipos que se cierran, pero dudosa si el rival aprieta con todo arriba, exactamente lo que va a hacer el Madrid. Ahora bien, si el partido se pusiera cuesta arriba, no hay que descartar que sea una opción táctica más.

Como decíamos, la primera parte fue espléndida, no tanto en ocasiones como en sensación de dominio. No olvidemos que el Levante lleva una temporada excepcional y que se defendió con muchísimo orden durante muchos minutos. Las dos líneas de cinco que colocó por el medio supieron bascular y tapar huecos, lo que pasa es que el Barcelona atacaba constantemente con seis jugadores. Eso no se ve desde los tiempos de Di Stefano: cuatro delanteros y dos medias puntas.

Ayudó al dominio blaugrana el hecho de que el primer gol llegara tan pronto: gran jugada de Messi, taconazo precioso de Iniesta en la frontal y remate ajustado al poste de Cesc, un disparo mucho más complicado de lo que parece. A partir de ahí las cartas ya se pusieron totalmente sobre la mesa: el Levante intentó no llevarse una goleada y el Barcelona se gustó sin preocuparse en exceso del marcador.

El 2-0 llegó a balón parado. Habría que calcular cuántos goles le meten por arriba al Barcelona comparado con los que el equipo mete. El centro de Xavi a media altura del área, territorio abonado para los más valientes fue rematado de cabeza por Cesc, de nuevo, convertido en goleador de necesidad para el Barça, un equipo, insistimos, sin delanteros centros. O con un delantero centro, si quieren, pero que se pasó la tarde de su cumpleaños en el banquillo y motivos no faltan para su suplencia.

Con un cambio constante de posiciones –algo que, no sé por qué, no se ve fuera del Camp Nou desde hace tiempo- Messi, Cesc, Alexis y compañía consiguieron despistar por completo a la defensa levantina: el argentino se echó a la derecha para trazar diagonales, el chileno hizo de falso nueve, él también y Cuenca se plantó a pierna cambiada para marcar en un excelente remate el 3-0 antes del descanso.

Tuvo sus oportunidades el Levante de acortar el resultado, un equipo que, al menos en mi opinión, no tuvo un mal rendimiento, simplemente no mandó sus tropas contra los elementos. Valdés salvó un par de goles bastante claros y Messi se cansó de fallar en el remate hasta que por fin, tras pase de Alves supo ajustar el balón al palo opuesto del portero y subir el 4-0 al marcador. El partido de Leo fue sobresaliente a pesar de sus errores. Es mucho mejor jugador cuando no se limita a marcar goles sino que es capaz de desbordar, organizar jugadas, involucrar a los demás compañeros en el ataque… en eso no tiene igual y no debe perder esa capacidad de vista en pos de un supuesto Pichichi o un record de más o de menos.

Tiene 24 años, lo va a conseguir todo, que no se angustie.

En fin, Cesc se retiró con un golpe en el tobillo del que habrá que esperar la evolución, el juego se hizo algo más espeso con Keita, como era de esperar, pero aun así hubo tiempo para un quinto gol: nueva jugada de Messi, que desborda, se lleva a toda la defensa y se la deja a Alexis, quien parece centrar pero acaba marcando con la colaboración de la espalda de un central levantino. Un nuevo 5-0, el cuarto de la temporada en casa, a los que hay que sumar el 8-0 ante el Osasuna.

Goleadas que sirven de poco si luego en Getafe o en Bilbao o en Valencia o en San Sebastián no se consigue el triunfo. Goleadas que servirán de mucho si la liga, al final, se decide por la diferencia de goles, algo que en un duelo Madrid-Barça nunca hay que descartar.