0-3 ganó el Madrid en Gijón y 5-0 respondió el Barcelona
ante el Levante. Bien pudieron ser seis pero lo de los árbitros españoles cada
año va a peor, llegando a monumentos de la inutilidad como el gol anulado a
Iniesta, un verdadero despropósito… La buena noticia para el Barça es que con
estos resultados podría salir líder del Bernabéu. Un liderato efímero, de acuerdo,
puesto que se debería al partido de más que jugó ante el Rayo entre semana,
pero liderato a fin de cuentas antes de afrontar el Mundialito, uno de los
grandes objetivos de la temporada.
Parece que la liga de dos vuelve a funcionar a pleno
rendimiento, salvo cuando al Barcelona le sacas del Camp Nou. El Madrid lleva
37 de 42 puntos posibles, su máximo rival, 34 de 45. Si los números en cuanto a
puntos ya nos llevan a la frontera de los 95-100 a final de temporada, quédense
con los goles a favor: 96 entre los dos y los goles en contra, que suman
solamente 17. Es muy probable que, de necesitarlo, ambos equipos rompan este
año el famoso record del Madrid de Toshack. Los dos están por encima de la
media.
Cuento todo esto porque hay poco que contar del
Barcelona-Levante. La primera parte de los de Guardiola fue muy buena, de lo
mejor de la temporada. Un 3-3-4 equilibrado, con dos extremos claros en Alexis
y Cuenca, dos falsos delanteros como Cesc y Messi y el tridente
Busquets-Xavi-Iniesta organizándolo todo. ¿Saldrá así el Barcelona en el
Bernabéu? No lo creo. Este sistema depende del nivel de presión del equipo
contrario. Es una muy buena solución ante equipos que se cierran, pero dudosa
si el rival aprieta con todo arriba, exactamente lo que va a hacer el Madrid.
Ahora bien, si el partido se pusiera cuesta arriba, no hay que descartar que
sea una opción táctica más.
Como decíamos, la primera parte fue espléndida, no tanto en
ocasiones como en sensación de dominio. No olvidemos que el Levante lleva una
temporada excepcional y que se defendió con muchísimo orden durante muchos
minutos. Las dos líneas de cinco que colocó por el medio supieron bascular y
tapar huecos, lo que pasa es que el Barcelona atacaba constantemente con seis
jugadores. Eso no se ve desde los tiempos de Di Stefano: cuatro delanteros y
dos medias puntas.
Ayudó al dominio blaugrana el hecho de que el primer gol
llegara tan pronto: gran jugada de Messi, taconazo precioso de Iniesta en la
frontal y remate ajustado al poste de Cesc, un disparo mucho más complicado de
lo que parece. A partir de ahí las cartas ya se pusieron totalmente sobre la
mesa: el Levante intentó no llevarse una goleada y el Barcelona se gustó sin
preocuparse en exceso del marcador.
El 2-0 llegó a balón parado. Habría que calcular cuántos
goles le meten por arriba al Barcelona comparado con los que el equipo mete. El
centro de Xavi a media altura del área, territorio abonado para los más
valientes fue rematado de cabeza por Cesc, de nuevo, convertido en goleador de
necesidad para el Barça, un equipo, insistimos, sin delanteros centros. O con
un delantero centro, si quieren, pero que se pasó la tarde de su cumpleaños en
el banquillo y motivos no faltan para su suplencia.
Con un cambio constante de posiciones –algo que, no sé por
qué, no se ve fuera del Camp Nou desde hace tiempo- Messi, Cesc, Alexis y
compañía consiguieron despistar por completo a la defensa levantina: el
argentino se echó a la derecha para trazar diagonales, el chileno hizo de falso
nueve, él también y Cuenca se plantó a pierna cambiada para marcar en un
excelente remate el 3-0 antes del descanso.
Tuvo sus oportunidades el Levante de acortar el resultado,
un equipo que, al menos en mi opinión, no tuvo un mal rendimiento, simplemente
no mandó sus tropas contra los elementos. Valdés salvó un par de goles bastante
claros y Messi se cansó de fallar en el remate hasta que por fin, tras pase de
Alves supo ajustar el balón al palo opuesto del portero y subir el 4-0 al
marcador. El partido de Leo fue sobresaliente a pesar de sus errores. Es mucho
mejor jugador cuando no se limita a marcar goles sino que es capaz de
desbordar, organizar jugadas, involucrar a los demás compañeros en el ataque…
en eso no tiene igual y no debe perder esa capacidad de vista en pos de un
supuesto Pichichi o un record de más o de menos.
Tiene 24 años, lo va a conseguir todo, que no se angustie.
En fin, Cesc se retiró con un golpe en el tobillo del que
habrá que esperar la evolución, el juego se hizo algo más espeso con Keita,
como era de esperar, pero aun así hubo tiempo para un quinto gol: nueva jugada
de Messi, que desborda, se lleva a toda la defensa y se la deja a Alexis, quien
parece centrar pero acaba marcando con la colaboración de la espalda de un
central levantino. Un nuevo 5-0, el cuarto de la temporada en casa, a los que
hay que sumar el 8-0 ante el Osasuna.
Goleadas que sirven de poco si luego en Getafe o en Bilbao o
en Valencia o en San Sebastián no se consigue el triunfo. Goleadas que servirán
de mucho si la liga, al final, se decide por la diferencia de goles, algo que
en un duelo Madrid-Barça nunca hay que descartar.