Es divertido que todos estemos con la nariz y la frente roja. Amusant. La sucesión de toallas y bañadores e incluso alguna colchoneta de color amarillo fosforito, generalmente para ingleses (o británicos, consideraciones de la Chica Portada). Día de playa. Segundo día consecutivo de playa, para lo cual probablemente haya que remontarse a los años 80.
Playa y dos baños y juegos con olas e intentos de mariposa e incluso braza. Nadar cinco segundos y avanzar un metro.
Un sol intenso, mucho más que ayer. Una comida con pizzas y escalopes (hemos encontrado un sitio maravilloso donde desayunar, la gente se grita y tiran las cervezas al suelo, a veces los cristales nos los llevamos nosotros en nuestras sandalias). Una vida de camiseta, bañador y sandalias, en cualquier caso.
El verano.
Cosas que llevo mal del verano: casi todas. Detesto el verano. En invierno, en otoño, me protejo mucho mejor. Aquí me siento completamente desamparado, si les soy sincero, fuera de lugar. Incluso en el cine: a la derecha los españoles, a la izquierda los ingleses. Hay algo raro en que un montón de ingleses decidan salirse de la playa y el bar y se pongan a ver cortos en español. Algo encomiable. No me juzguen mal: yo, aquí, cuando digo "ingleses" no me refiero a la nacionalidad sino al concepto, es decir, "el tipo de inglés que viene de vacaciones a un festival de verano en España y cree que todo, o casi todo, le está permitido".
Más o menos, como un español en Dublín.
Último pase de sección oficial, yo con mi pulsera de prensa. Ninguna cara conocida. Empieza con un corto muy bien hecho y a la vez muy poco interesante. No recuerdo el nombre. No tengo tiempo en el ciber para ponerme a buscarlo. Sigue con "El manual práctico..." (vean título del post), de Ciro Albadás, realmente bueno, brillante e imaginativo, tal y como esperaba. Después, "Reacción", con un buen Santi Millán y poco más, y una rayada cuyo nombre tampoco recuerdo. Para acabar, una vez más, "Cómo conocí a tu padre", de Álex Montoya, con la excelente Irene Anula.
Muchos aplausos y mucho silencio. A veces, uno tiene miedo de que el adjetivo "de verano" sirva para excusar cualquier cosa: en los cines de verano, los niños corren y los padres comentan la película en directo. En los festivales "de verano", la gente se emborracha y todo les está permitido. Se divierten. Yo soy muy malo divirtiéndome. Horroroso. Necesito meterme en un cine y ver "Brüno". Repasen mi post sobre los Sanfermines al respecto.
Pero, sin embargo, aquí, ahora, no. Silencios y aplausos, como podría ser en Medina, en Málaga, en Segovia, en Almería, en Alcalá...
Mañana empieza todo y no estamos nada nerviosos. Los camareros se alegran cuando nos ven y nos oyen y saben que podrán entendernos. Por un momento, dudaron. Las marcas rojas nos hacían sospechosos.
La fiesta del aguafiestas
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[La Brújula (Opiniones ultramontanas), 3:05]
Buenas noches. Mi aguafiestismo profesional me obliga hoy a la tarea,
ciertamente desagradable, de arremete...
Hace 3 horas