Sacado, como es habitual, de mis colaboraciones en Notodo.com. Aquí, el enlace.
Lejos quedan ya los días en los que conseguías los abonos en la Sala Maravillas de Madrid, cogías el autobús y te ibas a Benicàssim, casi como un bicho raro, a ver a los nuevos grupos europeos, americanos y del por entonces naciente indie español. El FIB Heineken llega a su decimoquinta edición, del 16 al 19 de julio, consagrado sin duda como el gran evento del verano musical en España y probablemente en toda Europa, sobreviviendo a toda clase de rumores políticos, económicos y musicales. Este año, además, la desaparición del Summercase en Madrid y Barcelona carga aún más el cartel, que es sencillamente espectacular. Sólo el BBK, en Bilbao, o el Contempopránea de Alburquerque, a nivel nacional, pueden competir desde la distancia con el “monstruo verde”. Por supuesto, todos sentimos la pérdida del festival de Sinnamon, pero al menos este año no tendremos que tirarnos de los pelos por que dos grandes grupos toquen en España, la única vez quizás en muchos años… y lo hagan el mismo día.
Prepara la crema solar, el traje de baño, vete acostumbrando a los gritos de los hooligans ingleses, cuida que la tienda de campaña del año pasado siga en perfecto estado y disfruta de la mejor música del verano al lado del Mediterráneo.
Los primeros espadas
El FIB Heineken ha apostado por grandes nombres para celebrar sus 15 años. La única pega que le podemos poner es que prácticamente todos han tocado recientemente en España: por ejemplo, The Killers, Franz Ferdinand, Oasis o Kings of Leon, es decir, los cuatro cabezas de cartel. Ahora bien, Benicàssim es más que grandes estrellas. La clase media internacional, como siempre, es soberbia: Lily Allen nos presenta su nuevo disco, Paul Weller demostrará como casi cada año que es un fijo del FIB que sigue siendo un maestro y un mago de la composición. Los fronterizos Calexico y los, también consolidados, Rinôçérôse darán variedad al domingo de clausura igual que 2 Many DJ´s lo harán el sábado, Glasvegas traerán el sonido Glasgow el jueves y Maxïmo Park demostrarán el viernes que son algo más que “ese grupo que se parece a Franz Ferdinand”. Aparte, las pequeñas joyas por las que merece la pena ir a un festival tan masificado. Esos conciertos en los que puedes respirar y levantar tranquilo tu cartel de “TE-MA-ZO”. Por ejemplo, Telepathe, The Horrors, o la sorprendente sueca Lykke Li. Quizás se eche de menos a los Ting-Tings, pero dos años seguidos ya era mucho pedir y por esas fechas estarán justo al otro lado del mar, en Ibiza.
El producto nacional
Sin embargo, en lo que destaca esta edición del FIB es en la superpoblación de grupos indies nacionales. Es normal, puesto que es complicado recordar un año de mayor éxito para el espacio alternativo musical en España. Están todos. O prácticamente todos, si quitamos a Vetusta Morla, quizá los grandes ausentes, puede que por la etiqueta de “comerciales” que les ha dado su repentino bombazo. Algo parecido se puede decir de The Sunday Drivers, justo el año de su gran consolidación. Tenemos a los omnipresentes Nacho Vegas y Christina Rosenvinge junto a la no menos ubicua Russian Red. Los Planetas y sus justos sucesores, Nudozurdo, probablemente la mejor banda indie de 2008. CatPeople, La Bien Querida, Klaus&Kinski, Cooper, Delorean, Anni B. Sweet, We Are Standard… ¿Falta alguien aparte de los mencionados al principio? Hombre, pues sí. Habrá fans de La Habitación Roja o de Astrud o de Alondra Bentley que se puedan quejar, pero no hay sitio para todos. El punto de veteranía lo aportarán tres nombres clásicos: Fangoria, Josele Santiago y Javier Corcobado, tres maneras completamente distintas de hacer música en español.
Lo que no es música
Durante estos años, el FIB ha conseguido una integración única del espectáculo musical con otras representaciones artísticas y esta edición no se quedará corta. Por supuesto, se mantiene el interés por el cine, con la proyección de casi toda la obra audiovisual de Michel Gondry, uno de los grandes revolucionarios del videoarte musical desde hace más de una década, famoso por su espectacular vídeo de Kylie Minogue multiplicada por cuatro o por sus colaboraciones con Björk, The White Stripes, Radiohead y Devendra Banhart entre muchos otros. Junto a Gondry, se mantiene el ya clásico y prestigioso Festival de Cortometrajes, con el complemento este año de una selección de Future Shorts, el festival itinerante internacional que ya paró por Madrid el año pasado. Entre los candidatos a ganar el premio este año encontramos clásicos del circuito del corto como Edu Chapero Jackson con su western The End, la divertida comedia Cómo conocí a tu padre, de Álex Montoya, Consulta 16 de José Manuel Carrasco, con el siempre correcto Luis Callejo, Pim pam pum, de Asier Urbieta y Andoni de Carlos, aparte de las dos grandes revelaciones de la temporada: El manual práctico del amigo imaginario, de Ciro Altabás, y El ataque de los robots de Nebulosa-5, la inquietante obra maestra de Chema García Ibarra. El festival de cortos comienza el lunes, así que si estás de vacaciones, intenta aprovechar. Aparte de estas recomendaciones hay otras nueve películas esperando sorprendernos, como en ediciones anteriores lo hicieron Nacho Vigalondo, Daniel Guzmán, J.A. Bayona o los mismísimos Borja Cobeaga y David Planell, recientes dominadores del Festival de Málaga con sus primeros largos.
Durante estos años, el FIB ha conseguido una integración única del espectáculo musical con otras representaciones artísticas y esta edición no se quedará corta. Por supuesto, se mantiene el interés por el cine, con la proyección de casi toda la obra audiovisual de Michel Gondry, uno de los grandes revolucionarios del videoarte musical desde hace más de una década, famoso por su espectacular vídeo de Kylie Minogue multiplicada por cuatro o por sus colaboraciones con Björk, The White Stripes, Radiohead y Devendra Banhart entre muchos otros. Junto a Gondry, se mantiene el ya clásico y prestigioso Festival de Cortometrajes, con el complemento este año de una selección de Future Shorts, el festival itinerante internacional que ya paró por Madrid el año pasado. Entre los candidatos a ganar el premio este año encontramos clásicos del circuito del corto como Edu Chapero Jackson con su western The End, la divertida comedia Cómo conocí a tu padre, de Álex Montoya, Consulta 16 de José Manuel Carrasco, con el siempre correcto Luis Callejo, Pim pam pum, de Asier Urbieta y Andoni de Carlos, aparte de las dos grandes revelaciones de la temporada: El manual práctico del amigo imaginario, de Ciro Altabás, y El ataque de los robots de Nebulosa-5, la inquietante obra maestra de Chema García Ibarra. El festival de cortos comienza el lunes, así que si estás de vacaciones, intenta aprovechar. Aparte de estas recomendaciones hay otras nueve películas esperando sorprendernos, como en ediciones anteriores lo hicieron Nacho Vigalondo, Daniel Guzmán, J.A. Bayona o los mismísimos Borja Cobeaga y David Planell, recientes dominadores del Festival de Málaga con sus primeros largos.
FIB Art
Y aparte de cine y música, siempre tan inseparables, tenemos teatro, moda, danza y arte en la playa con el FIB Art, talleres, exposiciones… todo desde el primer día de julio hasta el final del Festival propiamente dicho. Eso sí, como te hayas convencido justo ahora vas a tener un problema: los abonos, para variar, se agotaron hace días, y tu única opción será participar en esas incontables rifas de promoción de los infinitos patrocinadores del festival, a ver si tienes algo de suerte. El alojamiento será otro de los puntos débiles: si tienes una caravana, genial. Si no te importan las noches en el camping, con su dosis de cantos y euforia hasta la mañana y su calor aplastante a partir de las 12, no tienes problema. Si lo que buscas es un hostal o un hotel, ahí está más complicado, especialmente si no tienes coche. Pero ese es el encanto de los festivales de verano, claro. Para lo demás ya está el Palacio de los Deportes o el Palau Sant Jordi y los conciertos de U2.
Y aparte de cine y música, siempre tan inseparables, tenemos teatro, moda, danza y arte en la playa con el FIB Art, talleres, exposiciones… todo desde el primer día de julio hasta el final del Festival propiamente dicho. Eso sí, como te hayas convencido justo ahora vas a tener un problema: los abonos, para variar, se agotaron hace días, y tu única opción será participar en esas incontables rifas de promoción de los infinitos patrocinadores del festival, a ver si tienes algo de suerte. El alojamiento será otro de los puntos débiles: si tienes una caravana, genial. Si no te importan las noches en el camping, con su dosis de cantos y euforia hasta la mañana y su calor aplastante a partir de las 12, no tienes problema. Si lo que buscas es un hostal o un hotel, ahí está más complicado, especialmente si no tienes coche. Pero ese es el encanto de los festivales de verano, claro. Para lo demás ya está el Palacio de los Deportes o el Palau Sant Jordi y los conciertos de U2.