Señores, permítanme que pierda las formas por un momento. Esta noche es Nochevieja, como lo oyen. Así lo decidimos desde hace dos años y si no siempre ha sido un acierto, por lo menos este año subsanaremos el error del pasado. Nunca debimos dejar que 2006 acabara, fue un grotesco error de cálculo.
2007, el año que empezó en un hospital y acabó en un funeral chanante, ha durado ya lo suficiente. Es difícil juntar tantas cosas malas en un solo año, créanme. O yo he tenido una vida muy buena hasta ahora o lo de este año se ha salido por completo de madre.
Así que nos reuniremos en casa de Hache, comeremos pizzas y tortilla, beberemos champán y whisky con coca-cola, tomaremos las uvas, nos abrazaremos, nos besaremos bajo el muérdago y luego saldremos a quemar la ciudad como se merece.
Y a quien le haya gustado el 2007, que se lo compre.
La fiesta del aguafiestas
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[La Brújula (Opiniones ultramontanas), 3:05]
Buenas noches. Mi aguafiestismo profesional me obliga hoy a la tarea,
ciertamente desagradable, de arremete...
Hace 2 horas