Mi buen amigo, el polifacético David Testal, me envía este pequeño texto de su adorado Alejandro Jodorowski. Y me parece una reflexión interesante, así que la copio y pego:
"En 1997 cumplía 67 años. Llevaba 15 años divorciado, tenia una tranquila y solitaria paz emocional con alguna amante por un corto período. Estoy dando un curso de tarot en mi biblioteca a un grupo de 20 alumnos, cuando con un leve retraso, entra Marianne Costa. Yo enfrascado en mis explicaciones ni la miro. Mi gato Moishe, se fascinó con ella hasta el punto que no cesó de intentar meterse en su bolso todo el tiempo que duró mi lección.
Quizás mi inconsciente captó la sensualidad de este intento de violación. Al terminar mi curso despedí a todos con un beso en la mejilla. Al llegar el turno a Marianne, sin ningún deseo consciente, antes de besarla, coloqué mi mano en su cintura, cosa que jamás me permito hacer. Un choque eléctrico me recorrió de pies a cabeza. Sentí de golpe la belleza de su desnudez y la intensidad de su alma.
Marianne murmuró "Debe ser formidable ser un gato en tu casa". Inmediatamente le di un beso en la mejilla, y sin pensar en la inhabitual relación en que me sumergía (ella tenía 37 años menos que yo) le respondí: ¡te adopto! Y así comenzó nuestra rara, difícil y maravillosa pareja. Si hubiera
obedecido a mi razón y no a mi intuición, nunca habría dado semejante paso, perdiéndome la más bella experiencia de mi vida. "Entre hacer o no hacer, siempre hay que elegir hacer. Porque en cualquiera de los casos siempre tienes la experiencia."
La fiesta del aguafiestas
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[La Brújula (Opiniones ultramontanas), 3:05]
Buenas noches. Mi aguafiestismo profesional me obliga hoy a la tarea,
ciertamente desagradable, de arremete...
Hace 51 minutos