Sé que soy un desastre, pero las mudanzas es lo que tienen: dejan poco tiempo libre para escribir en un blog. Eso y los papeleos, y las ofertas de trabajo (sí, las hay), y los correos y ese largo etcétera.
Además, quiero hablar del concierto de Pablo de ayer y ni siquiera puedo poner foto porque no me deja, dice que siempre le saco feo.
En fin, sé que Pablo está un poco disgustado porque no fue mucha gente, pero era domingo, después del cambio de hora (así que en vez de empezar a las 10 se puede decir que eran las 11 del día anterior, una hora a la que la gente le cuesta mucho salir de casa) y joder, los que fuimos aplaudimos un montón.
A mí el concierto me gustó mucho, me pareció más compacto que otras veces, con menos cambios de ritmo, y creo que sacar a Julia a cantar con él fue un acierto. Se complementan bastante bien. La gente estaba contenta. Vale, sí, éramos los amigos de siempre, pero citando a Steve Coogan en "24 Hour Party People": ¿Cuánta gente fue al concierto de los Pistols en Manchester?
Venga, va, prisa tenemos todos y todos queremos llenar las salas y las presentaciones. Sin embargo, no siempre es posible. Mientras esperamos, vamos a intentar hacer las cosas bien por lo menos. Pablo lo está haciendo y tarde o temprano dará resultado. O no. Olvidémonos un poco de los resultados y quedémonos al menos con las intenciones.
La fiesta del aguafiestas
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[La Brújula (Opiniones ultramontanas), 3:05]
Buenas noches. Mi aguafiestismo profesional me obliga hoy a la tarea,
ciertamente desagradable, de arremete...
Hace 1 hora