viernes, julio 03, 2009

Emite Poqito en el Café La Palma


Mi frase favorita de los últimos días es de Toni Nadal y viene recogida en el maravilloso libro de Jon Wertheim "Strokes of Genius: Federer, Nadal and The Greatest Match Ever Played", sobre la final de Wimbledon 2008 y que, por supuesto, no está -ni estará- traducido al español. La frase en cuestión viene a decir: "Porque le pegues bien a una pelota de tenis, no eres mejor que nadie", y está dirigida a su sobrino, claro, para que no se le olvide.

Manuel Colmenero, por ejemplo, co-propietario de los estudios Sonobox y co-productor a la sazón del disco de Vetusta Morla. Manolo, después de encargar otros 15.000 ejemplares de "Un día en el mundo", y en medio de una vorágine de fama, popularidad y éxito que tiene a los chicos ahora mismo en México y, si la gripe A lo permite, de festivales por España en verano, no deja de darme las gracias por que en su día publiqué una reseña y una entrevista con el grupo. Antes del fenómeno, de acuerdo, pero después de que ellos hubieran hecho un disco que era la hostia.

Han salido en El Mundo, El País, Antena 3, TVE... y Manolo se acuerda de mí. Me parece tan entrañable que no tengo palabras para agradecerle yo a él tanto cariño. Si todo el mundo se acordara lo mismo de sus "primeras entrevistas" probablemente todo sería más bonito, pero es muy difícil saber que le pegas muy bien a una pelota de tenis, que todo el mundo te lo diga, y olvidarte del resto.

En fin, Manolo en el Café de La Palma, sumergido en el viaje que propone Julia al frente de Emite Poqito. Completamente entregado, y pidiendo perdón por no haber avisado antes de que venía. ¡Pidiendo perdón! En un día complicado por coincidencia de eventos -la mitad de fans habituales de EP estaban de cumpleaños y otra gran mayoría en el Bernabéu siguiendo la presentación de Raúl Albiol, ese icono mediático-, la sala presenta un aspecto decente: unas 45 personas en pleno comienzo de verano. Bien jugado.

Julia empieza, como siempre, con "El día llegó", canción que probablemente no se llame así, pero que es preciosa igual. Luego coge la guitarra y es rockera. Me encanta cuando es rockera y canta "Un disparo" o "Dame" o incluso "Tea or coffee", un clásico básico. Luego vuelve al teclado y desgrana los greatest hits: "Mi fórmula secreta", "No me quiero enamorar del mal", "Ayer perdí"... Retoma la guitarra, y con la guitarra, "Antes", una canción en francés que nunca sabré cómo se llama y un bis al piano, para rematar.

Todo en su justo lugar. Aplausos, silbidos, gritos de "TE-MA-ZO". Manuel está eufórico y confiesa: "Está quince galaxias por delante de lo que se hace ahora mismo en la música española". Sin duda. A mí me gusta decir que soy el agente de prensa de EP, igual que me gusta decir que soy el productor ejecutivo de mi corto. Un gusto infantil por los cargos y los uniformes. En realidad, mi trabajo consiste en no hacer nada. En decir: "Oye el disco. Ve al concierto". Y el resto se hace solo.

Su superioridad, su calidad, la fuerza de sus canciones es tan obvia, tan imparable, por así decirlo, que es sólo cuestión de sentarse a esperar y de vez en cuando agitar un poco el árbol, que, de todas maneras, acabará cayendo de maduro.