viernes, junio 04, 2010

Veruca Salt


A mí me recordaban a los Pixies porque no había escuchado a las Amps. A la Chica Langosta le recordaban a las Amps y a los dos nos recordaban un poco a las Breeders: es decir, un bajo potente y canciones facilonas pop con algún solo de guitarra herencia del post-punk. Hacer de Kim Deal pero sin Kim Deal. El nombre era impronunciable, sacado de "Charlie y la fábrica de chocolate": Veruca Salt. Cuando le preguntabas a alguien si conocía a Veruca Salt, siempre entendía Luz Casal. Cómo culparles.

Estuvimos en un concierto en Aqualung. 1995, supongo, como casi todo en nuestras vidas. La cantante se tiró desde el escenario e hizo el clásico dejarse llevar a lo Michael Stipe en "Drive", mirando al techo, pasando de mano en mano hasta acabar volviendo allí arriba. Sinceramente, más de uno se puso las botas. Menuda era la cantante de Veruca Salt.

Su primer disco se llamaba "American thighs" y era impresionante. Sigue siendo impresionante. Lo tenía en una cinta, grabado. No recuerdo la cara B, es raro. Por ejemplo, recuerdo perfectamente que el "Suede" de Suede y el "Foo Fighters" de Foo Fighters estaban en una misma cassette, pero con Veruca Salt me pierdo. Puede que, precisamente, la otra cara fuera el "Automatic for the people". Tendría sentido.

A lo que íbamos, a mí al principio la que me gustaba se llamaba "25" y eso que por aquella época los 25 me resultaban lejanísimos, casi imposibles y sentía mucho más afinidad por los "21" de los Cranberries. La letra decía "You can bend me, shape me anyway you want to" o al menos eso entendía yo. La chica langosta entendía "You can´t bend me, shape me anyway you want to". En mi canción, la cantante se abandonaba. En su canción, la cantante se resistía. No creo en las casualidades.

Eso fue al principio, en cualquier caso. Luego "Wolf", "Seether" y sobre todo "Get it back", con su aire misterioso y una canción sobre persianas -"be my blind, be it all the time"-. Por mi cumpleaños, ya en 1996, los chicos me regalaron un EP con cuatro canciones, incluyendo "Shimmer like a girl", que, por supuesto, es una canción rencorosa e incluso violenta y desgarrada porque parecerse a los Pixies también implica eso.

Por entonces, yo estaba intentando seducir a una chica en pleno ataque de melancolía. Le escribía la letra de "Twinstar": "Breathing, when all I wanna do is drown, you keep on breathing, and I keep on sinking down". En la metáfora, la que se hundía era ella y el que se empeñaba en no ver lo que pasaba y seguir respirando como si nada era yo. You want to lift me up but you don´t know and you don´t see I´m stuck in my ways.

Seduje a la chica, aunque quede mal decirlo. A mí me suena mal. Lo contrario, decir "no conseguí seducir a la chica" me suena bien. Estéticamente, digo. Pero uno no puede perder siempre, eso lo saben hasta en Montecarlo. Seduje a la chica y Veruca Salt sacó un segundo disco llamado "Eight arms to hold you" que era el título que los Beatles le iban a dar a uno de sus discos y no recuerdo cuál. El disco tenía dos canciones impresionantes: "Volcano girls" y la citada "Shimmer like a girl". Un incio rockero y batallador. Chicks on speed. El resto defraudaba mucho, demasiado.

Supongo que sacaron más discos pero yo no me enteré. Igual, algún día, las invitan al Primavera Sound para tocar con Pavement.