lunes, abril 26, 2010

Fantástico Sr. Fox

Cuando la distribuidora pasa de mandarte la convocatoria de prensa, no queda más remedio quepagarte la entrada el fin de semana, rodeado de niños, para ver la película. Tampoco es tan grave, lo sé, uno se acostumbra a los privilegios. Aquí tienen el enlace original en Notodo.com:


Pocas veces se pueden ver tantos géneros mezclados en una sola película. De entrada, por supuesto, Fantástico Sr. Fox es un filme de animación que combina marionetas y stop-motion con gráficos brutales de ordenador, pero eso es sólo una cuestión de formas y las formas sin fondo -véase Avatar- sirven de poco. La película de Wes Anderson empieza casi como un retrato costumbrista de la típica familia americana, solo que en vez de en un adosado viven en un árbol, en lugar de vecinos tienen conejos y ardillas y sobre todo en lugar de ser humanos, son zorros. Por lo demás, es eso: la historia de una familia y en concreto de su protagonista, el citado Mr. Fox, un hombre (perdón, un zorro) importante en su comunidad, con un pasado aventurero y deportista, y que se ve atrapado por determinadas manías que su esposa no aprueba y que acaban contagiando a su atormentado hijo, un inadaptado en su instituto.

Todo esto podría hacer pensar que Fantástico Sr. Fox no es una película infantil. Mentira. Sí que es una película infantil. Está basada en la obra de Roald Dahl y ofrece todo tipo de guiños cómicos y amables, situaciones disparatadas e incluso primeros amores correspondidos o no. El mérito de Wes Anderson como guionista y director es inmenso. La película gira inmediatamente de este cuadro costumbrista casi cincuntero a una persecución en toda regla con una puesta en escena soberbia y un ritmo siempre creciente. De repente, estamos casi en una película de aventuras, o un thriller. Una fantasía constante, en cualquier caso, que mantiene interesado al espectador, expectante y con una sonrisa no forzada en la boca. De hecho, el principal mérito de la película es que nada parece forzado sino que los personajes y la narración se desenvuelven dentro de una naturalidad pasmosa.

Extraña un poco la escasa distribución de la cinta y desde luego tenemos que recomendar su visionado en versión original. Es una gozada escuchar a George Clooney, Meryl Streep, Bill Murray o incluso al mismísimo Jarvis Cocker marcándose una cancioncita al banjo. La banda sonora, que incluye a los Beach Boys -ah, la vieja América- o a los Rolling Stones es de hecho uno de los grandes aciertos de esta agradable y muy recomendable película.