lunes, junio 08, 2009

Roger Federer sigue su lucha con la historia


Después de pasearse durante el primer set, Roger Federer se encuentra en una situación comprometida al final del segundo. De acuerdo, este es su año y al otro lado no están Rafa Nadal ni Novak Djokovic. Va un set arriba y está jugando mucho mejor que un rival desquiciado por el viento y la tormenta.

Todo eso está muy bien, claro, pero el segundo parcial ha acabado en tie-break y, si Soderling gana, el partido irá empate. Empate en unas condiciones meteorológicas casi imposibles. Empate ante un jugador con tendencia a las rachas y las remontadas. El partido y el pase a la historia están a punto de convertirse en una ruleta rusa.

Así que Federer saca el primer punto del desempate y hace un "ace". 1-0. Soderling contesta con otro "ace" pero pierde el siguiente punto. 2-1 Federer y saque. ¿Qué hace? Dos aces más. 4-1. Soderling se desespera y pierde los nervios y en un minuto la cosa está 6-1. Por supuesto, nadie piensa que a Federer se le vaya a escapar el set, pero aun así hay que cerrarlo.

Roger bota la bola, se aparta el pelito de la frente... y hace un ace. El cuarto en cuatro saques.

Para mí, ese es el resumen de la final y de la tenacidad del suizo. Posiblemente, por tenis, su mejor momento ya ha pasado. Mucho más sobre tierra batida. Pero los grandes campeones no ganan solo por calidad, también por determinación. Federer tenía que ganar este año Roland Garros, porque es muy probable que, si Nadal no tiene más inconvenientes físicos, lo siga ganando otros cuatro años seguidos. Tenía que ganarlo, porque, si no, sería imposible defender su candidatura a mejor jugador de la historia. Tenía que ganarlo, porque quedarse a las puertas de un Grand Slam cuatro veces es terriblemente frustrante.

Que se lo pregunten a Borg con el US Open.

Federer suma ahora 14 grandes en los últimos seis años. Desde que ganara Wimbledon en 2003, con 21 años, el suizo ha jugado 24 torneos de Grand Slam: ha ganado 12 y ha jugado la final en otros 5. Sólo en dos -el último en mayo de 2004- no llegó a las semifinales. Con "la excepción Nadal", su dominio es aplastante. Por supuesto, el español ha demostrado tenerle la medida tomada, con un balance de 12 victorias y 7 derrotas, pero en números globales, desde que Nadal es Nadal, es decir, 2005, Federer ha ganado 10 Slams y Nadal, 6.

¿Le convierte eso en el mejor de la historia? En ese caso, entra la "excepción Laver", que a mí me parece mucha excepción. Un tío que ha ganado el Grand Slam en un mismo año, dos veces, y que se ha retirado con 11 grandes después de estar los mejores siete años de su carrera sin poder participar por cuestiones "políticas" para mí es el mejor de la historia. En cualquier caso, hace ya tres años, abrí este interesante debate, que vuelve a estar de actualidad.

En cualquier caso, es un alivio, desde luego, y le garantiza un lugar en la historia durante mucho tiempo. De acuerdo que Nadal viene por detrás muy fuerte, pero tampoco hay síntomas de que Federer no pueda ampliar su cuenta en los próximos años. De entrada, sobre hierba, sigue siendo favorito, y en Nueva York suma 35 partidos consecutivos ganando. Pensar en que se retire con 17-18 Grand Slams no es ninguna tontería. Para igualarle, Nadal tendría que ganar 10 más. Eso es mucho ganar.