sábado, junio 13, 2009

Jorge Valdano cae obnubilado


Jorge Valdano, eufórico, declara: "En Barcelona ya no se habla del Barça sino del Madrid". El Marca, cómo no, lo recoge en portada.

Valdano es un excelente analista deportivo, pero con un gusto peculiar por los titulares y las sentencias. Esta sentencia en concreto retrata perfectamente el estado de obnubilación en el que anda sumergido el madridismo desde el segundo advenimiento del Ser Superior a la presidencia.

Efectivamente, han conseguido que todo el mundo hable del Real Madrid. No ya en Barcelona, donde siempre se habla y se hablará, como es lógico y recíproco, sino en cualquier charla futbolística de cualquier país.

Y en Las Mañanas de Cuatro.

El problema está en por qué se habla del Madrid. ¿Por su fútbol? Obviamente, no, estamos en verano. Se habla del Madrid por su ostentación, por su deseo irrefrenable de ser objeto de tertulia. De llamar la atención a cualquier precio, y nunca mejor dicho. Si se piensa, es algo muy Florentino: su obsesión por lo dorado, su afán de protagonismo, su visión de comercial. Se habla del Madrid en junio, sí. Y probablemente en julio y agosto, pero ¿en septiembre? ¿Se hablará del Madrid en septiembre? A nadie parece importarle y, si bien la apuesta por la calidad futbolística es encomiable, el proyecto sigue dejando muchísimas dudas deportivas, que ya fueron reflejadas aquí.

Por supuesto, en Barcelona se habla del Madrid. Laporta habla mucho del Madrid. Demasiado. Como si tuviera que defenderse. Todo ese empeño en "nosotros nunca haríamos eso", "nosotros no somos como ellos". Lo mejor sería dejarlos de lado y coger los millones que el Manchester pueda ofrecer ahora por Touré o Eto´o, cortesía de Florentino.

Y ya que Laporta habla del Madrid, dejen que yo hable un poquito del Barça. Algunas buenas noticias y otras malas. Los nervios por no fichar son malos. No hay ninguna urgencia. Los nombres filtrados, dudosos en ocasiones. Veamos: yo creo que hay que vender a Eto´o y hacer caja. "Hacer caja" supone venderlo por más de 30 millones de euros, que es el valor del bota de plata en un equipo tricampeón. Y quizá me quede corto. Por menos de eso, que se quede.

En cualquier caso, si hay que fichar a alguien en ese puesto, dudo que Ibrahimovich sea la mejor opción.  Un futbolista fabuloso, de acuerdo, pero con fama de poco comprometido en un equipo en el que el compromiso y la fe en la presión defensiva son tan importantes casi como el manejo posterior del balón. Ibra, además, es tan problemático como Eto´o, con ese punto de eterna insatisfacción que tanto desespera a la grada. Ya saben que yo prefería a Villa.

Otros nombres que sí me gustan: Benayoun. Un excelente jugador que puede cubrir cualquier puesto, desde la banda derecha a la media punta. Mascherano. Mejor que Touré Yayá, si realmente el chico es tan sumamente infeliz como su agente procclama. Benzema estaría bien si no viene Ribery, que parece que no vendrá. Hay que fichar dos laterales, pero mi desconocimiento de los laterales es absoluto.

Además, igual acaban vendiendo a Valdés, que sería una buena noticia. No es tan malo como se empeñan en decir, pero desde luego no vale 9 millones al año.

Con Ibrahimovic, Benzema, Benayoun y los dos laterales, es probable que la gente en Barcelona vuelva a hablar del Barça. A hablar mucho, de hecho. En cuanto empiecen a jugar y se acaben las fiestas en Los Angeles. Empiezo a pensar que a Florentino no le gusta el fútbol. Le gustan las torres muy, muy altas, los jugadores guapos y me lo imagino, morboso, con un punto de voyeur, repasando las fotos de su chico con Paris Hilton.

El nombre más googleado, por cierto, quizás el siguiente objetivo dde Valdano.