jueves, junio 25, 2009

La estética del francotirador

¿De dónde viene el título, "La estética del francotirador"?

Desde 2003 tenía claro que iba a ser el nombre de mi primera novela. Lo que no tenía claro era de qué iba a ir exactamente la novela, pero que iba a haber "francotiradores" de por medio, eso seguro. De hecho, en "La Crisis" ya hay un relato con nombre parecido y ese relato ha tenido mucho que ver en esto.

¿Y qué es un francotirador, entonces?

Un francotirador, por definición, es alguien que está muy solo y muy lejos y que por tanto necesita ser tremendamente preciso en todo lo que hace, porque en cuanto comete un error se le ve a la legua. Los francotiradores, a mi entender, y frente a lo que se puede creer, son gente muy torpe. Si fueran más ágiles, no necesitarían tanta distancia.

¿Otra novela sobre gente solitaria?

Bueno, mucho peor sería otra novela sobre templarios de la Edad Media o catedrales misteriosas o vampiros enamorados. Tampoco es que las novelas sobre gente solitaria sean lo más popular ahora mismo. De todas maneras, no es exactamente eso. O no solo eso, vamos. Es una novela sobre gente que tiene cierta incapacidad para ajustarse a su entorno y se empeña en poner distancias y que por muy alto que suban o que intentan subir tienen siempre el mismo problema: que no tienen un objetivo claro al que disparar. Ni siquiera saben si sirven para disparar. No todo el mundo está preparado para hacer algo así.

¿No teme que el lector pueda perderse entre tanto personaje y tantas historias?

No son tantos personajes. Principales, hay cinco o seis, no más. Luego hay secundarios, claro, pero al menos no tienen apellidos suecos. Eso es una gran ventaja para el lector.

¿Y todos solitarios?

Vamos a ver, no es que vivan encerrados en casa con el cuerpo de su madre en la nevera. Hay cierto grado de distancia, más que de soledad. Esa distancia está ahí. En general, es una novela sobre gente más o menos joven que está en un camino que no saben muy bien dónde les lleva y que todos tienen esa sensación de estar perdidos y solos en medio de ese camino. Es un poco lo que explicaba antes.

Por otro lado, hay historias muy divertidas. No es un camino de sufrimiento. Es un camino de cierta confusión, pero en la confusión también hay situaciones realmente cómicas o absurdas. Yo tengo un gusto de años por lo absurdo.

¿Cuál es su personaje favorito?

Son todos demasiado distintos. Me gusta mucho la chica preciosa que viene de Barcelona y cuida ancianos en una residencia. Creo que podría enamorarme de ella perfectamente. De hecho, creo que ya lo estoy.

Hagamos un breve resumen de su carrera, si eso es posible... "Vampiros, ángeles, viajeros y suicidas" (2005).

Una aventura formidable, sin la que el resto no hubiera sido posible. Una gran muestra de confianza en el momento justo.

"Pequeños objetivos" (2006)

El libro más bonito que he escrito hasta ahora. Ñoño, pero bonito. En todos los aspectos.

"Cuando las cosas dejaron de tener sentido" (2007)

Un libro subestimado, que no alcanzó el éxito que merecía. Primero, porque no lo escribí con la suficiente madurez ni el suficiente tiempo. Todo fueron prisas por mi parte. Segundo, porque no llegó a la gente. Tercero, porque mucha de la gente a la que llegó se dio cuenta de que el libro podía ser mucho mejor de lo que era.

Aquí hay un período de casi tres años de descanso hasta "La Crisis" (2009)

No, de descanso nada. En esos dos-tres años escribí "La Crisis", terminé "Gente Rara", que saldrá en breve, espero, también de relatos, dirigí un cortometraje, escribí el guión de otros cinco o seis más... Si recuerdo 2007, 2008 y 2009 la última palabra que se me viene a la cabeza es "descanso".

"La Crisis" fue el inicio de otra cosa distinta. El paso de ser el protagonista oculto de las historias a poder contar historias sobre otros. Llamémosle madurez. Es el más completo y el más cuidado de todos, con diferencia.

¿Y ahora, qué espera de su primera novela?

Espero que quede como el testimonio de un momento y un lugar. No sé... toda esta sensación de ser ratas sobre una rueda de laboratorio, corriendo como locos sin saber muy bien adónde. Creo que esa es la gran imagen de nuestro tiempo. La otra es la de un coche estrellado con las ruedas en lo alto aún girando. Espero que le pueda interesar a alguien y que pase de ser un interés puntual, sino que realmente signifique algo. También espero que la gente se ría y se lo pase bien. Hay chicos guapos, chicas guapas, situaciones inverosímiles y todos los recursos que ofrece Madrid. No es "Historias del Kronen", pero se lee fácil y entretiene. Si puede hacer algo más que entretener, sería maravilloso.

¿Cómo se ve dentro de cinco años?

No me veo. En absoluto. No concibo esto como una línea ascendente o descendente. No sé si estaré haciendo más cosas o menos o qué cosas en concreto. No tengo ni idea. Con 34 años, creo que he hecho más o menos todo lo que me hubiera gustado hacer alguna vez en la vida, así que supongo que eso me deja el resto para poder disfrutarlo.

No creo que nunca sea un fenómeno editorial que venda 100.000 ejemplares de sus novelas. Lo veo tan lejano y apetecible como ser campeón olímpico.

De hecho, si tuviera que elegir, preferiría ser campeón olímpico. Ese sí que es un gran objetivo.