lunes, julio 28, 2008

Suzanne Vega- Solitude Standing


Denle al play, ahora. Obvien al guitarrista espídico sacado de "Cazafantasmas", obvien al bajista con pose ochentera, obvien el teclado y la batería. Fíjense en el ritmo, poco a poco, déjense llevar. Ahora entra la chica, en primer plano. No se dejen despistar por que la cámara se aleje. No debería haber ni un plano medio en este vídeo y sin embargo... La chica es demasiado alta para parecer frágil pero aun así parece frágil. Mírenla a los ojos. Incluso cuando cambia de plano, mírenla a los ojos. Hablen con ella, reciten la canción como si estuviera en su cama, justo delante de ustedes, desnuda, ojos en ojos. No hagan el cíclope ni horteradas al uso, limítense a mirarla fijamente desde una distancia intermedia y a hablarle, a cantar con ella.

¿No se saben la letra? Búsquenla en Google, apréndansela. Luego pongan otra vez el vídeo. Es lo bueno que tienen las imágenes, que son imperecederas, que uno se puede enamorar mil veces de la misma chica, echar la cabeza hacia delante, colocarse justo frente a la pantalla, susurrarle -sí, susurrarle, nada de alaridos, ni gritos, ni exhibiciones- "and I´ve come to set a twisted thing straight, and I´ve come to lighten this dark heart" y no pierdan los ojos ni un momento. Los ojos azules que le están mirando a usted, a nadie más. Que, a veces, como todos los ojos, se despistan, por esa costumbre molesta que tienen los ojos que nos hipnotizan, pero que, en el fondo, y usted lo sabe, le están buscando.

Déjese encontrar. Enamórese. La chica es alta y frágil y esquiva. Búsquela en el mundo real y métala en su cama.