Si algo ha aprovechado el periodismo digital es la capacidad de Internet para colocar las cosas fuera de contexto. La inmediatez hace que cada segundo sea único, que cada imagen se explique por sí sola, sin necesidad de un antes y un después. No hay relato, hay titular.
Dos ejemplos recientes, uno de cada "bando", por así decirlo.
Primero, el tema Sarkozy. Llega a una entrevista a una televisión pública y el técnico de sonido se acerca para comprobar el micrófono. Los que hemos ido a concursos y hemos hecho el ridículo sabemos lo que es eso. Sarkozy, presidente de la República Francesa, jefe de Estado electo, le dice educadamente "Bonjour, monsieur". El otro ni le contesta. Como posible trasfondo, una polémica ley regularizadora de los servicios públicos de telecomunicación que Sarkozy pretende aprobar y que ya motivó protestas en France 3. En cualquier caso, una falta de educación notoria.
Sarkozy no pierde los nervios, como se dice, vídeo adjunto. Youtube es un peligro terrible porque aísla las reacciones. Elijo el minuto que me conviene y olvido todo lo demás. Lo cuelgo en un periódico y ya tengo noticia. Sarkozy se indigna, eso está claro, pero se presta a las pruebas de sonido y se limita a decir: "Es una cuestión de educación, cuando a uno le invitan a un sitio lo mínimo es que le devuelvan el saludo. Especialmente en un servicio público".
Con lo cual estoy de acuerdo. Se ve que Sarkozy está indignado. Es normal. Yo estaría indignado, aunque quizás no encontraría el valor para demostrarlo. Para los que entiendan francés, el vídeo está aquí. Afortunadamente, a Sarkozy se le entiende bastante bien...
Por otra parte, tenemos a María Escario. No sé qué tienen los medios de derecha contra María Escario. El director de un periódico digital que va a prosperar mucho -su principal valedor político ocupa un muy alto cargo en uno de los dos grandes partidos del país, adivinen cuál- me juró y me perjuró que estaba liada con María Teresa Fernández de la Vega. No sólo eso, sino que De la Vega había agilizado la tramitación de los matrimonios homosexuales para poder casarse con ella.
Resultó ser mentira. Al menos, De la Vega lo desmintió. No sólo desmintió la relación -por supuesto, había oído el rumor, pero aseguraba no conocer de nada a la periodista- sino que desmintió su supuesta homosexualidad. No veo razón para no creerla.
Ahora, María Escario se ha metido en este jardín:
¡Racista! ¡Xenófoba! Todos los medios de derecha saltan al cuello de la aparentemente inofensiva periodista con la ayuda de algún diplomático con ganas de protagonismo. La explicación de María Escario, pública, es que no estaba oyendo a su compañero y su comentario se refería a un incidente del día anterior cuando le robaron la cartera por descuido. Es decir, que no había relación entre el comentario del periodista: "Esto está lleno de colombianos, ecuatorianos..." y la pregunta de la presentadora: "¿Has echado algo a faltar en los bolsillos?"
Aparte de la credibilidad que me merezca o no María Escario en sus explicaciones, lo cierto es que, viendo el vídeo, sí me da la sensación de que la pregunta no tiene nada que ver con lo que el otro está contando, que es más que probable que ni estuviera escuchándole y que todo su afán fuera recordarle en plan "buen rollito" lo de la noche anterior. Una broma privada.
Sin embargo, ya digo, el periodismo digital se lanza a por la noticia escandalosa. El brote intolerable de prepotencia xenófoba en ni más ni menos que la supuesta amante de la vicepresidenta. Así van las cosas, amigos. Por eso acaba uno haciendo oposiciones a profesor de inglés...
El Estado es un sensor
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*por Yaiza Santos*
Enumeró, en contra de su costumbre, lo que hasta ese momento había
declarado el señor Víctor de Aldama ante el juez. Por ejemplo los p...
Hace 4 horas