Para mí es difícil explicar lo que significó "Zooropa" en mi adolescencia, porque es complicado hacer entender que algo tan manoseado y sobredimensionado como U2 pudiera tener una influencia subjetiva e íntima en alguien. Por supuesto, "Zooropa" era peor disco que "Achtung Baby", pero era mi disco. Como dice el Sr. Chinarro: "Era un amor del montón, pero todo el montón era mío".
El caso es que lo pillé en cinta, en julio de 1993. Tenía 16 años recién cumplidos. Un par de meses antes había estado en el Calderón, con A., completamente enamorado de A. y sus desprecios, o, si se prefiere, su juego de palo y zanahoria que tan bien resultaba con un adolescente acomplejado. A. y yo perdiéndonos por puertas de numeración improbable en un gran estadio y aquel espectáculo de luces y mensajes y pantallas de vídeo gigantes que, entonces, era una revolución. Zoo TV Tour.
Pero no cantaron ninguna canción nueva. Por eso resultó extraño que sacaran disco tan pronto. Y que el disco fuera tan... especial. Desde el principio in crescendo, desconfigurado, de la propia "Zooropa" hasta el final de Johnny Cash como caminante perdido del medio oeste americano. En medio, "Faraway (so close)" o "Numb" o "Daddy´s gonna pay for your crashed car" o, sobre todo, "Dirty Day" y aquella frase descomunal: "You can´t even remember, what I´m trying to forget".
Por supuesto, yo pensaba en A. todo el rato. A veces, después, en la Chica Langosta, pero sobre todo en A. que no recordaba en absoluto lo que yo no conseguía olvidar ni por asomo, lo que me hacía perder las tardes vagando como Johnny Cash del Patatus al Vips y del Vips al Pepe´s y luego quizás al Garito o a El Clan y una noche a la casa de la propia A., concierto en Sydney con las nuevas canciones ya incluidas.
Si algún disco representa mi adolescencia es ese. "Zooropa" soy yo con mis gafas de la mosca, y son ellas dos, y es un cierto sentimiento de extravagancia. Adolescente todo, para qué insistir. No es un disco que se mencione demasiado al repasar la carrera de U2, pero tiene algunas de las mejores letras que he oído nunca. Bono es medio tonto, pero es un gran letrista. Lo fue, al menos, ahora, tengo dudas.
A lo mejor, incluso era un disco malo. Vaya usted a saber. Yo ya dejé de intentar imponer mis criterios como absolutos: si a todos nos gustara lo mismo, a todos nos disgustaría lo mismo y mucha gente se moriría de hambre.
Así están las cosas. Momento flash-back. Aprovecho para dejarles con "Love will tear us apart"-la canción de adolescencia de toda otra generación, justo la anterior a la mía, supongo, versioneada por The Arcade Fire con los ya demasiado mencionados U2.
El Estado es un sensor
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*por Yaiza Santos*
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