domingo, mayo 25, 2008

Eurovisión: yo iba con Francia


Es curioso que Chikilicuatre y yo coincidamos en que nuestra canción favorita era la francesa. La prensa la calificó como "interesante, pero poco eurovisiva". Puede ser. "Eurovisivo" es un concepto demasiado poco claro como para pronunciarme.

No vi la gala entera, ni mucho menos. Vi a España y algunas de sus predecesoras. Por ejemplo, Francia, ya digo, que me encantó. Por ejemplo, uno que cantaba en plan "castratto", que debió de ser muy eurovisivo porque quedó entre las ocho primeras, y la griega, que fue la gran revelación de la noche y me puso manifiestamente farruco.

A Chikilicuatre le vi muy fuera de lugar. El "Chiki-chiki" no deja de ser un gag televisivo, que funciona bien en un programa de humor, un poco peor en un video-clip y muy mal en un auditorio repleto de gente. La coreografía no tenía ninguna gracia -no la ha tenido nunca- y al actor se le vio algo perdido y con la voz temblorosa. No creo que se estuviera divirtiendo en absoluto, y si un cómico no se divierte...

Otra cosa es que tenga importancia, porque, tal y como demostró después Uribarri -la votación sí me la vi entera- los votos ya estaban dados de antemano. No falló ni una el tío. Bueno, sí. En el periódico anunció que el orden final sería "Rusia, Ucrania y Serbia" y resultó que los serbios acabaron sextos y fue la voluptuosa griega la que terminó tercera.

Algunas conclusiones: es imposible tomarse un serio un concurso tan predecible. Un concurso en el que el presentador sabe siempre a quién va a votar cada país porque siempre se vota lo mismo. Un detalle: entre las doce primeras, había seis repúblicas ex-soviéticas. Todas se votaron entre sí. Por eso mismo, porque es imposible tomarse en serio un concurso así, es absurdo seguir discutiendo sobre la calidad del producto musical en cuestión. La música no pinta nada en Eurovisión. El fenómeno Chikilicuatre ha servido para relanzar audiencias y vender politonos. Mucha gente ha ganado mucho dinero con eso. A mí me parece bien. Si hubiéramos presentado a La Casa Azul, por ejemplo, probablemente hubiéramos quedado en peor posición y el desgaste para el grupo -que sí son músicos de verdad- hubiera sido tremendo.

A partir de ahora, honestamente, no veo un futuro "eurovisivo" fuera del frikismo absoluto. Puesto que pasar del 15º puesto parece más bien complicado vaya quien vaya, no sé quién va a querer arriesgar su prestigio musical a cambio de tan poco.