Como bien decía la propia Lara, hacer entrevistas es una putada. Y hacérselas a amigos, ya lo he comentado varias veces, aún más. Tienes tantas ganas de acertar que muchas veces no lo consigues. Por ejemplo, mi reportaje de Fuerteventura que pretendía ser un homenaje entusiasmado ha sido recibido con cierta frialdad, probablemente debido a las torpezas de mi expresión entusiasta.
Ahora esperemos que mi profecía no se cumpla y que Lara no se enfade cuando lea esto.