M. y yo salimos del bar a medio concierto. Darío se extraña y pregunta, pero nosotros vinimos sólo por curiosidad y una vez saciada la curiosidad, el gato se va a tomar un café y hablar con su ex-novia. Una sanísima costumbre.
M. habla de sus tiempos de adolescente, de sus conciertos en el Buho Real, en Libertad 8, sus propios cantautores, los de hace diez años, y lo extraño que le resulta revivir todo esto otra vez en mi sonrisa y mi entusiasmo.
Tiendo a llegar tarde a los sitios. No siempre se me espera.
Al rato de estar en el Café Madrid llegan Pablo Ager y María. Charlamos los cuatro. Es una gran charla, o al menos a mí me parece una gran charla. Aunque estamos dentro las ventanas están abiertas y hay sensación de terraza.
M. se va, María se queda en casa, Pablo y yo subimos al Colonial y le acabo enseñando mi libro.
- Me tienes que pasar uno-dice.
- No tengo- digo yo- el último que regalé era el mío y se lo llevó Lara Moreno. Espero reeditar algún día.
Sí, lo espero.
Pablo bebe un mojito y habla del Festival "Silencio, se trova" en el Alto de Extremadura, a las 19 horas del domingo en el que el Madrid se despedirá de la liga de manera sorprendente. Tocarán Paco Cifuentes, Marwan, Luis Ramiro y él mismo, entre otros. Me parece un buen plan. Se lo digo. Nos damos la mano y andamos la cuesta de la calle Ruiz en la misma dirección, distinto sentido.
El Estado es un sensor
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*por Yaiza Santos*
Enumeró, en contra de su costumbre, lo que hasta ese momento había
declarado el señor Víctor de Aldama ante el juez. Por ejemplo los p...
Hace 9 horas