miércoles, mayo 13, 2009

La previa de la final de la Copa del Rey


Escribir una previa sobre un partido no es pronosticar un resultado. Eso tranquiliza a muchos, pero no es más que un engaño. En realidad, es imposible saber quién va a ganar esta noche la Copa del Rey, si el Barcelona o el Athletic, y esto va más allá del tópico: por más que lo intento, no consigo ver un ganador claro, un favorito.

Escribir una previa sobre un partido es una cuestión de detectar señales e intentar adelantar patrones. De entrada, establecer lo obvio: el Barcelona tiene mejor equipo pero llegará cansado. Recurrirá a varios suplentes, que han jugado casi toda la Copa con éxito pero a los que aún hay que probar en grandes citas como la de hoy. Futbolísticamente son superiores, emocionalmente la ventaja la lleva el Athletic, cuya dedicación a este partido ha sido casi enfermiza.

Ahí entran las malas señales: percibo un exceso de testosterona desde Bilbao. Todo el rollo este heroico y alejado del fútbol: la historia, la tradición, la fuerza, la hombría... Incluso las patéticas declaraciones de Caparrós advirtiendo de posibles lesiones. No digo que fueran una amenaza, sólo una torpeza, pero en cualquier caso dejan bien claro que el entrenador del Athletic, después de dos meses preparando el partido, sólo muestra las cartas de la intimidación. ¿Se dejará algo más guardado? Esperemos que sí.

El Athletic tiene un precedente muy positivo y otro muy negativo: la vuelta de las semifinales ante el Sevilla fueron una demostración de garra y locura pasional y acabó con victoria por 3-0. A los pocos días se enfrentaron con el Real Madrid, plantearon un partido muy similar y acabaron con dos expulsados y cinco goles en contra.

Está por ver dónde se va a mover este encuentro, si el Barcelona se dejará avasallar, la cabeza puesta en Roma, o si se limitará a ser inteligente y rápido. No hace falta que Messi regatee a tres defensas bilbaínos, a Robben no le hizo ninguna falta: basta con que esperen el error. Un equipo tan sobremotivado como el Athletic está condenado a cometer varios: ahí se verá si el Barça está al quite o no.

En definitiva, el partido me parece un test mental más que otra cosa: si el Barça aguanta la concentración y sabe mantener su juego rápido y vertical, no debería tener problemas con la defensa del Athletic. Si el Athletic ahoga al Barcelona a presión y balones por alto -la maldición blaugrana- y estos asumen su papel de víctimas de manera desesperada, buscando una salida individual y no colectiva, es probable que la euforia se acabe imponiendo.

Imposible saberlo. Ni siquiera está claro quién jugará en el Barcelona. Por supuesto, escribir una previa de un partido no consiste en adivinar la alineación, pero me la juego con esto: Pinto; Dani Alves, Cáceres, Piqué, Sylvinho; Busquets, Gudjohnsen, Xavi; Messi, Hleb, Bojan.

Estará divertido, eso seguro.