Pocas oportunidades tendrá el Barcelona para llegar a la final de la Euroliga como la de ayer en Berlín. Llegó vivo al último cuarto y tuvo sus opciones hasta los últimos minutos. Sin embargo, los jugó horrorosamente mal, en la línea de lo que viene siendo toda la temporada con Xavi Pascual.
De acuerdo, el CSKA es un equipazo: Holden, Langdon, Siskauskas, Lorbek, Planinic, Khryapa... pero enfrente estaban Lakovic, Navarro, Andersen, Ilyasova, Fran Vázquez... Puede que los rusos tengan más presupuesto, pero el de los catalanes no se queda corto. El asunto es cómo lo utilices.
Al empezar la temporada, el Barça decidió prescindir del puesto de base. Fue una apuesta arriesgada, como se vio ayer. Mantuvo a Lakovic, gran tirador, excelso penetrador en su época del Panathinaikos pero pésimo director de juego y fichó a Sada, un gran defensor y atleta con limitaciones evidentes en el juego ofensivo y a Barrett que pretendía ser el término medio: defensa y organización mental más tiro exterior.
Ayer, en el partido más importante de la temporada, Barrett no jugó ni un minuto, Sada estuvo unos diez en pista y el resto se lo jugó Lakovic. Un equipo que deja su suerte en manos de Lakovic y Basile es un equipo empeñado en jugar a la ruleta rusa. Es decir, en suicidarse.
Así fue: Lakovic fue incapaz de ver ni una sola de las ventajas de sus pivots, no mantuvo ningún ritmo de juego más allá de sus tiros suicidas, que a veces entran y a veces no. No buscó a Navarro en los minutos finales. No fue más rápido en las últimas subidas de balón y no metió ni un tiro decisivo en los tres últimos cuartos. Sin embargo, siguió y siguió jugando. Sólo le dio Pascual un descanso de un par de minutos por Sada y el canterano pasado por Girona se empeñó en caricaturizarse: nada de mirar el aro, nada de ser incisivo en la defensa contraria y así crear problemas.
Se puede decir que la semifinal la decidió Siskauskas y que Siskauskas es un enorme jugador. Lo es. No creo que sea mejor que Navarro, sin embargo. La diferencia es que mientras el Barcelona se empeñaba en que Ilyasova tirara en carrera y Basile lanzara desde cualquier posición con los habituales resultados, el CSKA lo tenía claro: todas las últimas bolas iban al lituano. Navarro, mientras, corriendo a ver si enganchaba una. Enganchó dos y las clavó.
De la NBA se pueden criticar muchas cosas pero si yo ayer hubiera entrenado al Barça hubiera hecho lo mismo que cualquier entrenador americano o que el propio Messina. ¿Te estás jugando el partido? Todas las bolas al bueno. Y luego que él decida.
Y el bueno en el Barcelona es Navarro, no Santiago.
Haría bien el club en aprender de esta derrota: de entrada, cambiar de entrenador o hacerle ver al entrenador que necesita un base que dirija todo ese talento. Luego, buscar más variedad en el juego exterior: si Basile sólo ha quedado como especialista defensivo, ¿para qué quieres al italiano, a Grimau y a Barton en el equipo? Quizás haría falta una amenaza mayor desde fuera, más teniendo en cuenta que te "sobra" una plaza de extranjero por el mencionado caso Barrett.
El juego interior es el mejor de Europa. Ningún equipo europeo tiene a Ilyasova, Vázquez y Andersen más Santiago de cuarto pívot y Jordi Trías de quinto. Ninguno. De hecho, que Trías no juegue ni un minuto probablemente tenga que ver con la idea de su entrenador: primar siempre el físico y nunca la inteligencia.
En rueda de prensa se dijo que el Barça había perdido "por pequeños detalles". Faltaría más. Con el equipazo que tienen y que encima perdieran de paliza. Perdieron porque jugaron peor cuando había que jugar bien. Con ansiedad y sin ideas. Sin talento, sin visión. Sin un plan o al menos sin un plan sensato. Eso fue todo. Fichen a Messina.
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