Todo empezó como un proyecto algo deslabazado que se llamaba "¿Qué me pasa, doctor?" y que tenía que ver con la idea de ir a un psicólogo para que te ayudara a ligar. Ahí había mucha ironía suelta: un psicólogo que acepta algo así no puede ser un psicólogo muy serio. Eso es algo propio de Will Smith en comedia americana, pero no de un profesional sanitario. Por otro lado, alguien que decide ir a un psicólogo a ver si liga es alguien que da un poco o mucho de pena.
La situación podía dar juego con unos cuantos sketches intermedios que confirmaran que la relación iba a ser un fracaso. Sólo que no lo es. Resulta que todo sale bien. Del revés, pero bien. De manera inesperada y aleatoria, pero bien.
Final feliz. Rebuscado y feliz.
Entonces me animé mucho y llegué a publicar
esta falsa entrevista conmigo mismo -y si hago esto conmigo mismo, ¿qué no haré con los demás? Tiemblen, tiemblen...- en la que explicaba el proyecto -el título entonces era "En efectivo o con tarjeta"- como si ya lo hubiera terminado -ley de la atracción-. Desde entonces han pasado meses y no ha sido fácil ponerlo todo junto. Todos tenemos cosas que hacer y esto requería una dedicación muy especial.
El caso es que, por fin, el proyecto, bajo el nuevo título de "50 euros la hora", está completado y rumbo a Medina del Campo. El proyecto, claro, no el cortometraje. Un tocho de 100 páginas con su guión literario, su sinopsis, su storyboard, su memoria de intenciones, su presupuesto, su plan de financiación... Vamos, una joyita.
Y eso, que nos presentamos a Medina, porque después de "Macchu Picchu" entiendo que cualquier cosa es posible. En cualquier caso, y como diría el icónico Fer Heads, que nos quiten lo bailao.