sábado, junio 01, 2013

Tres años del Fuera de Contexto


Diría que en los últimos años me he lanzado a tres aventuras improbables, de las que valen casi una vida entera. La primera fue rodar un cortometraje casi sin tener conocimientos al respecto. No solo rodarlo sino producirlo "de facto", que es toda una aventura, y ponerle el guion. El último fue sacar una revista en Internet que no cobraba al lector pero sí pagaba al escritor-fotógrafo-periodista-ilustrador que colaborara con nosotros. Reconocerán que es algo realmente heroico y poco común. En ambos casos, tuve la ayuda de dos grandes amigos con un enorme talento: Pedro Rodrigo y Ana Boyero. En ambos casos, salí de ahí con la sensación de "no sirvo para esto", cosa que probablemente no sea cierto pero dice mucho de mi perseverancia.

A la experiencia intermedia la llamamos Laura López y yo "Fuera de contexto" y no era menos ambiciosa: invitar a músicos una vez al mes a la Sala Costello para montar un festival de música y literatura completamente gratuito para el espectador, para los colaboradores... y para los organizadores. Un espacio de disfrute que se abría al público el primer martes de cada mes -si eso era posible- y que pretendía esquivar esa sensación de "no podemos hacer nada" que invade a cierta generación.

Obviamente, no ganamos un duro con ello. Nadie ganó un duro, de hecho, porque era gratis. Tan gratis que da algo de rabia que por ahí pasaran Zahara, Pancho Varona, Patricio, Álex Martínez, Marazu, Emite Poqito, Tucan Morgan, Mäbu, Perro Flaco, Izal, Pablo Ager, Álvaro Vázquez, Alfon, El Gel de Onán, Pedro de Mingo y OK Asno, al lado de la Gran Vía, y apenas consiguiéramos llenar el local.

En cualquier caso, esa no fue la razón por la que lo dejé. Lo dejé porque me acabé cansando, que es algo muy mío, y porque dejé de disfrutarlo, porque yo hago estas cosas para disfrutar y divertirme y no para dar ejemplo, así que, bueno, ahí queda eso. No fuimos los primeros en hacer algo parecido, porque esos fueron Rubén y Vanessa con su "Acróbatas" ni seremos los últimos. Pero fuimos. Hicimos buena literatura y trajimos a algunos músicos fantásticos que ya llenan grandes salas y otros que serán buenos llenen o no la sala que sea.

Sobre mis ataques de ansiedad en el escenario -los primeros, los más chocantes- ya he hablado en anteriores ocasiones. Fueron una faena pero fueron, insisto, en el escenario, como los grandes. Si alguien quiere además repasar canciones y lecturas, aquí tiene algunos vídeos, solo tiene que pulsar este enlace. ¿Volveré algún día a hacer algo así? Es probable. Igual que es probable que vuelva a dirigir un cortometraje sin tener ni puta idea o a fundar una revista de cultura. Solo que de momento prefiero negarlo, no vaya a ser que alguien se lo crea y acabe exigiéndomelo, y cuando digo "alguien" me refiero a mí mismo.