Himar Ojeda se ganó un nombre como director deportivo acertando fichaje tras fichaje en el Gran Canaria y dándole viabilidad deportiva al proyecto económico del club. Después de su polémico despido aterrizó en Madrid, concretamente en el Estudiantes, para intentar repetir éxitos. Pese a un inicio de año espectacular y la sensación de que por fin las cosas se estaban haciendo bien, la noticia de su no renovación ha caído como un jarro de agua fría en la hinchada estudiantil, que intuye que la situación del club puede ser mucho peor de lo que se cree.
Pregunta.- ¿Por qué ha decidido dejar Estudiantes? Si la decisión ha sido común, ¿a qué se debe el desencuentro tras solo un año?
Respuesta.- Hay muchos factores, pero el factor principal ha sido la situación económica. No solo del Estudiantes, sino de la ACB y de toda España. Yo he estado muy cómodo en Estudiantes, muy valorado, sobre todo, y lo que más me ha impresionado es la ilusión que se estaba generando desde mi llegada a Estudiantes. Externa e internamente.
P.- Entonces, ¿qué ha pasado?
R.- Yo creo que toda esa ilusión sigue, pero Estudiantes está en una situación en la que no me gustaría entrar en demasiados detalles pero que es compleja, que espero que pueda solucionar pero que a mí como profesional me limitaba muchísimo en lo profesional, porque me impedía hacer bien mi trabajo y alcanzaba también al plano personal, aunque mi caso no es aislado sino que es una situación que estamos viviendo un poco todos. Yo no soy un ex jugador o un ex entrenador que viene con un bagaje económico importante, he venido aquí con mi mujer, con dos hijos, y la situación se me hacía muy cuesta arriba en todos los sentidos. Ellos querían que me quedara, pero yo tengo que mirar otras soluciones, tengo una hipoteca que pagar… Yo me habría agarrado a cualquier esperanza que me dieran e, insisto, ellos querían que siguiera, pero no ha sido posible.
P.- ¿Tan mal está la cosa con respecto al dinero?
R.- Preferiría no hablar de esa cuestión, creo que no es lo que el club necesita en este momento. (Ndr: Estudiantes se ha quedado sin patrocinador tras la marcha de Asefa y está buscando uno nuevo que se haga cargo de las deudas y los gastos)
P.- Volvamos un año atrás, entonces, ¿qué le hizo cambiar Gran Canaria por Madrid?
R.- Bueno, a mí de Gran Canaria me echan…
P.- Sí, pero tendría más opciones aparte de Estudiantes después de haber fichado a tantas estrellas: English, Carroll…
R.- Cuando me despidieron a final de mayo tanteé opciones y tenía algunas pero más enfocadas a EE. UU., al extranjero. Entonces me llamó José Asensio y para mí era una situación ideal porque yo ya en Gran Canaria quería convertir el club en un club de cantera, que sacara jugadores después de formarlos, que descubriera talentos propios, y Estudiantes simbolizaba eso. Es más, la idea que me dijeron que tenían era reforzar ese concepto de cantera con unos pocos fichajes que ayudaran.
P.- ¿Lo que se encontró era lo que le habían prometido, se parecía a la idea que tenía del club desde fuera?
R.- Sí, era la imagen que tenía desde fuera y lo que los presidentes me transmitieron fue una unión total en el proyecto entre el club y la SAD, cosa que no siempre había sucedido por diversas circunstancias. Me aseguraron que conmigo iba a ser así y la verdad es que yo les vi muy integrados a los dos y con las ideas muy claras, una predisposición total de todo el mundo a confiar en la cantera y jugársela a muy pocos fichajes pero que marcaran diferencias.
P.- ¿No era esa la misma idea que la de Pepu Hernández el año del descenso? No salió demasiado bien.
R.- Sí, bueno, así me lo explican, que salió mal, aunque cuando desciendes hay muchas circunstancias que influyen. El proyecto era parecido pero rejuveneciendo un poco la cantera: Jaime y Lucas estaban el año del descenso, pero casi no participaron. Faltó la frescura que sí hemos dado este año de jugadores realmente jóvenes que tengan hambre- Y, bueno, que a veces se acierta en los fichajes y a veces no. El año pasado no se consiguió darles rendimiento y este año, independientemente de la edad de los jugadores, hemos conseguido en líneas generales acertar.
P.-¿Percibió un buen análisis de lo que había ido mal el año anterior para no repetir los mismos errores?
R.- A ver, yo creo que el club sí que lo hizo, definitivamente, pero a la vez ellos estaban metidos en una situación en la que quizá no podían ver el problema o las soluciones a ese problema porque estaban demasiado metidos y necesitaban a alguien de fuera, con otra visión. Por ejemplo, recuerdo una anécdota con unos chicos de la Demencia, que me han tratado muy bien: un día se estaban metiendo mucho con la directiva y elogiándome a mí y yo tuve que decirles: “Oye, que a mí me ha traído la directiva, algo bueno habrán hecho” (Ríe). Luego, hay otra cosa: no me han querido condicionar con nada, es más, no me daban información.
P.- ¿Cómo que no le daban información?
R.- No querían condicionarme, no venían a decirme “Oye, el año pasado esto salió mal o esto salió bien…”, querían que lo descubriera todo por mí mismo, desde fuera. Lo mismo con temas de cantera, entrenadores. Lo que querían es que actuara con total libertad para tomar decisiones. Si preguntaba, me la daban, por supuesto, pero no querían contaminarme...
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