A estas alturas debería haber quedado claro hasta qué punto valoro la valentía. Insisto: ser valiente no es ser un kamikaze, es casi todo lo contrario. Por eso, podría tener muchos motivos para recomendar la librería de Javier López en la calle Espíritu Santo 27, pleno Malasaña, motivos que tienen que ver con algo parecido la amistad o al menos la camaradería de meses en un taller literario, varias noches difusas, una pasión compartida por Roberto Bolaño y un estilo literario parecido.
Pero no, me quedo con la valentía. Un tipo que abre una librería en los tiempos que corren y la llama Independiente, como si la cosa no quedara clara, es un tipo que se merece un post y todo lo que quiera.
Para empezar, que le compremos algún libro porque la libertad no es gratis. Al contrario, es bastante cara.
El Estado es un sensor
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*por Yaiza Santos*
Enumeró, en contra de su costumbre, lo que hasta ese momento había
declarado el señor Víctor de Aldama ante el juez. Por ejemplo los p...
Hace 11 horas