viernes, diciembre 03, 2010

El periodismo wikileak


Hoy, El País publica que, según el embajador estadounidense, María Teresa Fernández de la Vega (en adelante, MTFDV) habría dado el OK a los vuelos ilegales de la CIA o al menos había prometido no entrometerse. ¿Nos podemos creer eso? Igual es verdad, pero caben otras posibilidades: la primera, que MTFDV nunca hubiera dicho eso sino que el embajador, para que no le echaran la bronca, lo transmitiera a sus superiores, en la confianza de que tarde o temprano convencería a la vicepresidenta.

Otra posibilidad, lógicamente, es que, advertida de la gravedad de la decisión, la propia MTFDV rectificara y le dijera al embajador que nones y el embajador a su vez se lo transmitiera al presidente de los EEUU. Nunca lo sabremos porque ese papel resulta que no ha sido filtrado, así que igual no existe o igual forma parte del 90% de comunicaciones privadas que no se incluyen en Wikileaks.

Ese es el problema: nos falta el antes y el después. Como decía Arcadi Espada en un magnífico artículo, el periodismo no puede aspirar a conocer toda la verdad sobre algo, pero tampoco puede arriesgarse a convertir en noticia algo que puede ser desmentido inmediatamente por otro telegrama que se encuentre más tarde o por la realidad.

Entiendo el atractivo de Wikileaks porque es una invitación a la indignación e indignarse es muy bonito, pero, en serio, el tratamiento de esos datos sueltos, sin articulación y sin verificación, como noticias decisivas, no lo acabo de entender. Me parece anti-periodismo. La gente lo compara con el Watergate pero es todo lo contrario: Bernstein y Woodward tenían las conversaciones telefónicas privadas, pero no las publicaron sin más y luego urdieron una historia que cuadrara. Averiguaron de dónde salían esas conversaciones, qué objeto tenían, quién más estaba detrás, cómo funcionaba la trama, qué consecuencias tuvo, qué grado de implicación... En una palabra: investigaron.

El periodismo wikileak se limita a poner entrecomillados en sus portadas y que sea lo que dios quiera.