martes, julio 20, 2010

El affair Contador-Schleck


En el deporte, uno se acostumbra a que los competidores se lamenten de su mala suerte de manera constante. Como si perder no fuera con ellos, solo ganar. Lo que es inaudito es que se culpe a otro de la mala suerte propia. Realmente, creo que esta es la primera vez que lo veo. Hagamos un repaso: Andy Schleck, líder del Tour, ataca a dos kilómetros de la cima del último puerto de la etapa. Vinokourov y Contador salen a su rueda embalados y parece que le van a alcanzar cuando intenta cambiar el desarrollo, la cadena se sale y se queda clavado. Intenta arreglarlo con la mano pero no puede, se baja, se pone nervioso, pierde casi un minuto y vuelve a salir disparado.

Mientras tanto, los demás siguen su camino. Contador mantiene su ritmo y se le pegan a la rueda Samuel Sánchez y Denis Menchov, tercero y cuarto en la clasificación general. Entre los tres van a relevos y, aunque Schleck se deja la vida, acaban sacándole 40 segundos al final de etapa.

Yo no niego que eso sea una mala suerte terrible. Pasas de poder sacar tiempo a perder el maillot amarillo. Es una desgracia. Lo que no entiendo es qué parte de culpa tiene Alberto Contador en esto: los tres se van para adelante y no solo los tres, sino hasta quince corredores que luego Andy tiene que ir superando. Están llegando a la cima del puerto y van a toda velocidad, desperdigados por ese último kilómetro. ¿Qué es lo que se supone que debe hacer? ¿Esperar a Andy? ¿Qué quiere decir "esperar a Andy"? Porque Andy iba con más corredores. De hecho, cuando corona lo hace en un grupo de seis, ¿espera a los seis? ¿Y Menchov y Sánchez qué hacen, esperan también a todos a los que han dejado de rueda en la ascensión y empiezan todos de cero?

Me parece una de las discusiones más ridículas de los últimos años. Ya me extrañó cuando después de que varias caídas dividieran en tres el pelotón en una etapa llana y tanto Andy como su hermano Frank se habían quedado cuatro minutos atrás, todos decidieran neutralizar la etapa y esperarles. Caerse también es mala suerte, pero no es culpa de los demás. No veo por qué en una carrera hay que esperar a alguien, pero bueno, había margen, quedaban 50 kilómetros, no pasa nada... La siguiente etapa pasa por tramos de pavé, Frank Schleck se cae, corta a Contador...y Cancellara y Andy aceleran. Armstrong pincha... y Cancellara y Andy aceleran. No miraron atrás entonces ni pidieron "fair play". No, para adelante como los de Alicante. En aquella etapa, Contador pinchó cuando no quedaba ni un kilómetro y perdió 20 segundos más con respecto a su grupo -un minuto en total con respecto a Schleck-. ¡No le esperó ni su compañero de equipo Vinokourov!

Ya saben que tolero la bondad pero el "buenismo" me repatea. Que le espere, dicen. No entiendo nada, de verdad. Todo el mundo silbándole como si él fuera solo en la escapada y encima, el pobre, va y pide perdón. Inaudito.