lunes, julio 12, 2010

El once ideal del Mundial


No voy a ser el tipo más original del mundo, pero sí me servirá para comentar algunas cosas más sobre el Mundial al hilo de cada jugador. Formamos con un 4-4-2 más o menos clásico.

Portero: Iker Casillas (España).- No ha sido un gran Mundial para los porteros, desde luego. Llámenlo Jabulani o como quieran, pero las cantadas han abundado en casi todos los partidos. Con Buffon lesionado, Cech en su casa y Julio César buscando todavía el gol del empate de Holanda, el trono ha quedado libre para Casillas, que ya estuvo inmenso en la Eurocopa y lo volvió a estar en el Mundial. Con 28 años es el jugador que más veces ha vestido la camiseta española, acumula una Eurocopa, un Mundial, cuatro ligas y dos Champions. Algunos dicen que es el mejor jugador español de la historia. No está muy lejos. El mejor portero, seguro. Acostumbrado al milagro diario desde hace una década en el Madrid, aquí ha tenido menos exigencias pero las ha resuelto con el mismo éxito. Suplente: Sketelenburg (Holanda), pese al gol que le cuela Forlán en semifinales.

Laterales: Maicon (Brasil) y Lahm (Alemania).- Uno de los pocos "grandes" que han estado a la altura en el Mundial. Durante cinco partidos, Maicon estuvo sensacional, sólido en defensa y subiendo continuamente al ataque en una exhibición de fuerza y de técnica. Ni siquiera la pronta eliminación de su equipo -cayó en cuartos, tampoco fue tan pronta pero parece que hace un mundo de aquello- hace discutible su puesto como mejor lateral derecho del mundo. Lahm cambió la banda izquierda por la derecha, pero su amplia trayectoria como lateral zurdo le hace un sitio en esta lista. Cumplió como siempre hace con su selección y solo sufrió cuando Del Bosque le colocó detrás a Pedro y le impidió subir alegremente al ataque. Suplentes: Sergio Ramos (España), impresionante en ataque, algo descolocado en defensa y Capdevila (España), nadie ha hablado de él pero no ha cometido ni un solo error en siete partidos, impresionante.

Centrales: Carlos Puyol y Gerard Piqué (España).- Cuando un equipo pasa cuatro rondas consecutivas, incluida una prórroga, sin encajar un gol y concediendo pocas oportunidades es porque sus centrales han estado soberbios. Ambos han sabido anticiparse a las jugadas, tirar el fuera de juego cuando era preciso e imponerse una y otra vez al juego aéreo del rival. Solo pasaron apuros en los contraataques, donde la colocación -ninguno de los dos, pese a las apariencias de Puyol, es demasiado rápido- es más diícil de controlar. Como lunar negro quedará el penalti absurdo de Piqué ante Paraguay, pero lo arregló Casillas. Suplentes: Juan (Brasil) y Metersacker (Alemania).- lo de Juan, durante cuatro partidos, fue un auténtico espectáculo.

Mediocentros organizadores: Xavi (España) y Schweinsteiger (Alemania).- Y mira que lamento no meter a Busquets, pero tampoco conviene abusar. Xavi es tan perfecto que se nos olvida que es perfecto. Además, no sabemos qué pedirle, porque no regatea, no tira, no marca goles... se limita a tocar e irse, conducir a la perfección, buscar siempre el pase imposible... y el posible. Sabe que solo de pases geniales no se vive y genera toda la fluidez de la selección. Probablemente el mejor jugador del Mundial junto a Iniesta. Schweinsteiger dio una demostración de poderío físico y técnico. Siempre ha sido un jugador amenazante por su verticalidad y su disparo, pero este año, junto a Khedira, dominó el centro del campo de su equipo en casi todos los partidos y ante Argentina, en concreto, dio una auténtica exhibición. Suplentes: Busquets (España) y Van Bommel (Holanda). Sí, da hostias como panes, pero sin él no se entiende que Holanda llegara a la final.

Mediocentros ofensivos: Sneijder (Holanda) e Iniesta (España).- Sneijder me gusta por lo que no aparece en los resúmenes y no me vuelve loco lo que sí aparece. Me explico: la gran mayoría de sus goles, como le pasaba a Deco en el Barcelona, son churros. Ahora bien, si consigue que el tiro rebote en tres tíos y acabe dentro es porque siempre está al rechace, siempre sabe colocarse, siempre controla todo el campo. Aparte de sus tres goles y medio (cinco según la FIFA), Sneijder fue clave en otros cuatro goles de Holanda, dando el pase final o iniciando la jugada definitiva, casi siempre a la contra. Probablemente, un jugador infravalorado en el Madrid y ligeramente sobrevalorado en la actualidad. El enfrentamiento directo con Xavi e Iniesta debería dejarle fuera de la lucha por el Balón de Oro.

En cuanto a Iniesta, poco que añadir. Es complicado que a lo largo de una carrera uno pueda ganar el Mundial, la Eurocopa, la Champions, el Mundial de Clubs, la Liga y la Copa. Más aún lo es que todo eso se haga en un lapso de dos años y marcando goles clave. Es esa clase de jugador especial que hace que todos los espectadores se levanten del sillón en cuanto toca el balón porque saben que va a pasar algo. Le falta creerse que puede marcar más goles. En realidad, no se le da tan mal, pero casi nunca lo intenta. Camino de ser el mejor jugador de la historia del fútbol español, recordemos que solo tiene 26 años y recién cumplidos. Suplentes: Müller (Alemania) y Robben (Holanda), la gran sensación del Mundial y un jugador determinante que, si falló en la final, fue porque al menos apareció en la final. Fue de los pocos.

Delanteros: David Villa (España) y Diego Forlán (Uruguay).- Mundial difícil para los porteros... y para los delanteros. No ha habido prácticamente sorpresas: Villa, Forlán y Klose se han encargado de los goles, pero sí que ha habido decepciones enormes como Torres, Van Persie, Rooney, Drogba o incluso Eto´o, a pesar de sus dos goles. No incluyo a Messi porque jugó de medio centro y jugó un Mundial más que digno, sin ningún tipo de apoyo. Villa metió a España en semifinales monopolizando el gol. No sólo eso, jugó muy bien pegado a la banda izquierda. Es el que da el pase a Iniesta para su gol frente a Honduras y supo entenderse a la perfección con sus nuevos compañeros del Barcelona. Forlán fue un ejemplo de constancia y orgullo: después de una agotadora temporada con el Atlético de Madrid, de 60 partidos oficiales, en la que fue decisivo, lleva a una selección casi desconocida a las semfinales del Mundial y además marca en los tres partidos finales: cuartos, semifinales y final de consolación. Impresionante. Probablemente no sea el mejor jugador del mundo y no mereciera el MVP del Mundial, pero también es verdad que poco más se puede hacer. Suplentes: Klose (Alemania) y Asamoah Gyan (Ghana), la experiencia y la juventud.