Que yo puedo entender que si los Ting-Tings tienen solo un disco en el mercado y algún otro single por ahí suelto en plan rareza, pues el concierto acabe durando 45 minutos -de 21.40 a 22.25 aproximadamente-. Eso lo puedo entender.
Incluso puedo entender que, puesto que es el típico grupo que mueve a bastante gente pero tampoco está para llenar Aqualung, pues decidan programarlos en Joy Eslava, con su ropero interminable y su sonido francamente irregular -no es que se oiga mal en general, es que se oye muy mal en determinados sitios y cuando está lleno, uno no puede elegir en qué sitio se pone-.
Así que, eso, puedo entender muchas cosas, pero me cuesta entenderlas a 24 euros la entrada. Es decir, 50 céntimos el minuto de actuación. Un poco exagerado. Aunque por supuesto, "Great DJ" y "That´s not my name" y "Shut up and let me go", pero, hombre, hombre...un poquito de por favor.
(Eso sí, luego Costello, y los discos de The Killers y Vetusta Morla casi completos, es decir, los mismos 45 minutos pero con "Mr. Brightside", "Read my mind", "All these things that I´ve done", "Autocrítica" "Rey Sol", "La marea" y ese largo etcétera. Ah, y Anne de camarera, para rematar, esa entrañabilísima donostiarra)