martes, noviembre 11, 2008

Pedro Solbes, ese tipo extraño


Hay algo en Pedro Solbes que no consigo desentrañar. Me refiero a su prestigio: dos veces ministro de Economía en distintos gobiernos socialistas, comisario europeo durante varios años, una eminencia reconocida en muchos ámbitos, una carta de seguridad para el electorado...

Sin embargo, algo no me cuadra: Solbes fue ministro de Economía durante la peor crisis de España en la era democrática: la del 93. De acuerdo que él no fue el culpable, quiero decir, "heredó" esa situación, pero tampoco hizo mucho por solucionarla. Sus mensajes iban en la dirección de "hay que apretarse el cinturón" y "hay que olvidarse del euro". Curiosamente, cuando él se fue, en 1996, la situación económica mejoró hasta el punto de que España entró en el mercado de la moneda común, con superávit en las cuentas, control de la inflación y mejora en los niveles de desempleo.

15 años después de que entrara en el Gobierno por primera vez, España se encuentra ante la segunda gran crisis económica de su historia democrática. Esta vez no se puede decir que sea "heredada" pero sí se puede matizar que el problema no es sólo español -aunque particularmente grave en España, con unos niveles de inflación, desempleo previsión de crecimiento negativo del PIB muy superiores a la mayoría de los países de Europa- sino mundial. De acuerdo. Pero si realmente es tan bueno, será porque es capaz de responder en momentos de crisis... Y resulta que todas las crisis le tocan a él. En fin, será mala suerte, pero como poco su capacidad de previsión es nula: no fue capaz de prever que España sí entraría en el Euro y no fue capaz de prever la tormenta que se venía con rayos, truenos y burbujas inmobiliarias de por medio. Es más, la negó, la negó y la negó hasta agotarse.

Lo que no es mala suerte, sino pura y dura torpeza, son sus declaraciones de esta mañana diciendo "Uno no queda para tomar un café por la mañana y por la tarde está refundando el capitalismo". Digo que son torpes y no absurdas porque me parece que tiene razón: la expresión de Sarkozy de "vamos a refundar el capitalismo" sin duda fue la típica exageración francesa.

Ahora bien, cuando después de nosecuanto tiempo pidiendo y pidiendo y pidiendo un sitio, hasta que al final -pura lógica, ¿cómo demonios se va a arreglar nada sin la octava potencia económica del mundo?- España ha conseguido que le cedan un asiento, ¿a qué demonios viene burlarte precisamente del que te ha cedido el sitio? ¿Tiene que decirlo en televisión, de verdad? ¿El ministro de economía de España, viniendo a minimizar los efectos de la reunión y dejando en evidencia a su huésped?

Hombre, hombre...

Hay veces que Solbes da la sensación de que sólo él se entiende y de que tiene un sentimiento de superioridad que le invita a pensar que si le hicieran caso, él sí que refundaría el capitalismo y lo que hiciera falta. Sólo que entre esa sensación y la realidad yo no veo más que abismos. ¿Hay algún economista en la sala?