viernes, noviembre 21, 2008

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid...


La actitud del Ayuntamiento de Madrid después del asesinato de Álvaro Ussía en la discoteca El Balcón de Rosales está siendo bochornosa. Uno podría decir que antes ya era bochornosa y probablemente tuviera razón. Tampoco quiero caer en exageraciones como aquella truculenta portada de "El Mundo" en su edición de Madrid que recogía la visita del alcalde al tanatorio con el tremendo sobretítulo: "Gallardón frente a Álvaro" o algo así, como si Gallardón hubiera sido el asesino.

"El Mundo" y sus frecuentes exageraciones. Para eso está Arcadi.

Sigo. Probablemente movido por esa portada y por cierta conveniencia socio-política, el Ayuntamiento ha aprovechado el tirón mediático para perjudicar... a los amenazados. Es algo habitual en política. ¿No os sentís seguros en los sitios? ¿Hay bares que no cumplen con las condiciones necesarias? Pues los cerramos. Ayer, según "El País", se clausuraron "But", en Tribunal, el "Moma", en José Abascal y "La Riviera", junto al Manzanares.

¿Velar por la seguridad? ¿Evitar que los matones campen por sus anchas? No, para qué. Mejor cerrar sin más los sitios que hacen ruido para que las familias duerman tranquilas y los niños se queden en casa. Yo no soy el tipo más transgresor del mundo. Creo que eso ha quedado claro. De entrada, nunca he tenido ningún problema con ningún portero, si bien es cierto que es complicado tener problemas con porteros cuando vas al Colonial, que no tiene, o al Tupperware, donde el portero hace eso: abrirte la puerta. Además, vivo en Malasaña y hay noches que querría conducir el camión del exterminio para recoger a todos los borrachos que se empeñan en mear en las inmediaciones de mi portal.

Pero soy un tipo con mucha noche y creo sinceramente que ese es uno de los grandísimos activos de esta ciudad. Wyoming lo dijo hace años: "La gran oferta cultural de Madrid es que a las tres de la mañana la ciudad esté llena de sitios abiertos". Wyoming exagera, también es algo habitual, pero hay algo de cierto: Madrid tiene la magia que tiene porque no se para nunca. No es Barcelona, en ese sentido. A la hora que sea, el día que sea, hay un concierto, hay una discoteca, hay un atasco.

Gallardón tiene que darse cuenta de que es el alcalde de la ciudad de la que es alcalde y no de la ciudad que a él le gustaría. No puedes cerrar La Riviera sin más, de un día para otro, para dar la sensación de que estás haciendo un trabajo que te has pasado por el forro cuando se trataba de El Balcón de Rosales y sus gorilas. La Riviera es uno de los pocos sitios que quedan medianamente decentes donde los grupos españoles e internacionales pueden tocar. Junto a Joy Eslava, últimamente, el único, y creo que en el post de ayer ya dije todo lo que tenía que decir sobre la Joy...

Esos tics populistas de los gobiernos -especialmente de los gobiernos conservadores- me sacan de quicio: han matado a un chico en un bar, pues cerremos los bares. No es eso, no es eso... Saquemos a los traficantes y a los matones de las discotecas. Tampoco hay tantas discotecas que den problemas igual que no hay tantos matones. No puede ser complicado enterarse. Limpiemos. Pero no nos carguemos parte de la cultura de esta ciudad para evitar una portada. Es demasiado barato y miserable.