Último concierto de Rafa Pons en la "gira" de su primer disco. Lleno absoluto en el Búho Real como siempre. Hay algo extraño en el público de Rafa Pons y esto no pretende ser una crítica a Rafa ni mucho menos a su público, pero a la Chica Portada y a mí nos extraña un cierto toque "pijo" en la audiencia. Y es extraño, digo, porque Rafa no es nada pijo, no tiene nada de pijo, su música es más bien gamberra, canalla y urbana. No es Pignoise, desde luego.
Pero, bueno, ser pijo no es nada malo, y a lo mejor todo es una cuestión de prejuicios -como se puede ver no quiero que se me llene el blog de comentarios del tipo "pues yo fui al concierto y no soy pijo", yo también fui y no soy pijo y si lo fuera, ¿qué pasa?- y llevar una camisa y un jersey muy monos no es ser pijo.
Sólo que en el "circuito" llama la atención, eso es todo.
En cualquier caso, a lo que iba: entrada de Nena Daconte desaprovechada en el bolsillo -no me apetece ir solo a la Joy Eslava- quedo con la Chica Portada y nos vamos al Búho y Darío nos explica que le quedan solo tres entradas, pero eso está bien porque somos solo dos y el sitio, efectivamente, está lleno y Rubén contento y nos saludamos y nos abrazamos y hablamos de acrobacias diversas mientras Rafa presenta canciones de su nuevo disco -aunque ya las conociera de tantos conciertos- y vamos ganando posiciones por el bar: de la esquina de la izquierda a la columna de la izquierda y luego un poco más adelante...
La Chica Portada se aprende la coreografía de "Malaputa" y amenaza con salir a bailarla la próxima vez. Discutimos sobre si Rafa Pons se parece tanto a Álvaro Vázquez o no. No llegamos a un acuerdo. El concierto acaba pronto -para nosotros pronto, porque empezamos tarde-, la gente se sabe todas las canciones. Sigue siendo un fenómeno, lo de Rafa en Madrid: en Barcelona, junto a Dani Flaco dominan el mercado cantautoril, pero aquí, ¿dónde está la promoción de Rafa Pons en Madrid? En ningún lado. Y sin embargo... Boca a boca, lo llaman.
Recuerdo un concierto de Rafa en el que acabé conociendo a la chica del tiempo de Telemadrid, un concierto de Rafa en el que acabé quemando Zaragoza, víspera electoral haciendo cola en un antro inmundo, un concierto de Rafa en el que acabé con Lichis, Joan Berenguer y una chica absolutamente preciosa en un bar de la calle Barquillo... Pero este no es esa clase de concierto. La Chica Portada y yo estamos cansados. Nos sentamos en una mesa, nos encontramos con parte de nuestro pasado -miento, mi pasado- y después de uno de esos ratos que uno pasa casi por compromiso -no nos íbamos a ir nada más acabar, va contra nuestros principios- nos despedimos de la gente y nos vamos tranquilamente. Hasta la próxima, en febrero, en Galileo.
El efecto germicida de la luz
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*(Prevenciones)* De las supuestas confesiones de este Aldama conseguidor se
desconoce, de momento, su veracidad. Pero del indigno uso que han hecho de
la...
Hace 15 horas