lunes, noviembre 17, 2008

Ensalada mixta


Ensalada mixta en Casa Carmen, un sitio horrendo de la Plaza Mayor. Realmente horrendo y con un servicio detestable. Ensalada con filete en un bar grasiento de Conde de Casal. Ensalada mixta -sólo tomate, cebolla y lechuga, advierto al camarero- en Malasaña, mientras veo al Barça de Guardiola pulir a otro rival más y el dueño me mira con cara de ¿qué demonios hace este tipo cenando eso?

Agua. Agua todo el día. Dos-tres litros. Distintas botellas que voy tirando, en vez de rellenarlas que sería lo lógico. Agua camino de Leganés, de Tribunal, de San Blas, de la Casa de Campo. Agua en el Colonial, en el Sideral, en casa de Nano, en mi casa, en el bar de abajo...

Baloncesto, pese a la ciática. Baloncesto arriba y abajo durante dos cuartos enteros y hoy, entrenamiento, y mucho camino y mucho sudor. De Tribunal a Avenida de América. De Tribunal a Callao. De Tribunal a Plaza de España y luego a Príncipe Pío y luego por la Casa de Campo, medio perdido, hasta llegar al campo del Estudiantes de manera casi milagrosa.

Reviso cifras de mi anterior intento de adelgazamiento, hace cuatro años y medio. Entonces perdí 6,5 kilos en dos meses. Cuando me pongo exagerado, me pongo muy exagerado. Sueño con tortillas de patatas y bocadillos de chorizo frito y ganchitos y patatas y donuts y mi nevera está llena de trampas que esquivo como puedo.

Llegará un día en el que, efectivamente, pesaré 72 kilos y no 79, como ahora, y entonces tendré que preguntarme, como en 2004, ¿y ahora qué?