viernes, julio 21, 2006

La pulsión de la entrevista

Releo la entrevista de Lawrence Grobel con Truman Capote -"conversaciones íntimas" las llama Grobel y el adjetivo me resulta tremendamente molesto y con un punto "paparazzi" que luego no existe en el prodigioso diálogo- y recuerdo por qué quise ser entrevistador durante los siguientes meses. Algunas de las cosas de las que se hablan -la seguridad en el talento propio mezclada con cierto rencor por el éxito de los mediocres- me recuerdan a cuando estuve con Lichis.

Cada uno en su terreno es lo más parecido a un genio. El éxito de ambos, sencillamente no es comparable, con lo que tampoco puede compararse su rencor. Pero está ahí.

Por otro lado, pensaba también en el parecido de la inacabada "Plegarias atendidas" con cosas que ha hecho Bret Easton Ellis después. Es difícil encuadrar a Bret. Hay cosas que parecen sacadas de Bukovsky y por esa línea llegamos a gente como Burroughs. Capote odiaba a Burroughs.

Probablemente, de hecho, Truman habría aplicado a "Menos que cero" aquel comentario cruel sobre Jack Kerouac: "Eso no es literatura, es mecanografía". Quizás fueran celos. Pero si uno piensa en "American Psycho" o, sobre todo, "Glamourama" y sus pretensiones de "roman-a-clef" el parecido es indudable.

Quizás la gran diferencia es que "Answered Prayers" hubiera sido mucho más irónica, mientras que "Glamourama" o similares, no son sólo irónicas sino terriblemente tristes.

Más datos críticos: Mailer adoraba "Menos que cero". Capote aborrecía a Mailer. Llegar a conclusiones es de lo más complicado, por eso lo mejor es renunciar a ello y limitarse a dar un montón de pistas. En el fondo, eso debería de ser un blog: una colección de pistas.