lunes, julio 17, 2006

Despedida oficial

Bien, ya es oficial: era una guerra. A partir de hoy dejo de ser periodista y me limito a ser traductor y profesor de literatura on-line.

También es posible que, en breve, añadamos un cargo nuevo. Realmente, sería una gratísima sorpresa y se ha convertido, de repente, en poco menos que una necesidad perentoria. Mañana será el segundo gran día y si la relación expectativa-resultado se mantiene con respecto al primero, lo más seguro es que suspenda.

Pero, bueno, hablábamos de la cortesía con la que el redactor jefe de Elsemanaldigital.com ha venido a decir que no contaba más con mis servicios ("estamos quitando colaboradores"). Es difícil hacer cálculos entre lo que das y lo que pides y lo que te dan y lo que te piden y en términos globales la cosa suele estar tan igualada que es absurdo andar con pleitos al respecto.

Ahora bien, existen oportunidades y momentos. Yo empecé a trabajar en ese periódico gratis, seguí colaborando con una retribución anecdótica, llegué a la redacción cuando tenía cinco veces menos lectores, la abandoné - mutuo acuerdo, digamos- cuando ya tenían hasta varias concesiones de televisión. Seguí colaborando gratis en noticias de deporte y de música, incluso me contrataron para hacer 51 artículos sobre el pasado Mundial.

En total tuvieron unos 150.000 lectores, de los cuales sólo unos 25 me escribieron para insultarme -es una ratio aceptable-. El artículo salió cada día: festivo, sábado, domingo... y puedo sentirme orgulloso de ello. El periódico pagaba 9 euros por cada uno. Así, como suena. Después de eso, aún tuve el poco ánimo de ofrecerles colaboraciones de Festivales gratis.

Cuando ya habíamos llegado a un acuerdo y las acreditaciones estaban en vuelo, por así decirlo, deciden echarme. Excelente muestra de gratitud. A veces estás arriba y a veces estás abajo y yo espero poder estar en ese justo medio que me permita verles seguir su camino sin acercarme demasiado.

Por el olor, lo digo...