domingo, agosto 03, 2014

Pumped up kicks



Es probable que en algún momento bailara esta canción, simplemente no lo recuerdo. 2010 fue un año fronterizo, un año perdido, así que igual pasé por el baño del Independance, del Honky, de La Riviera, de la Parada de los Monstruos o del Top of the Pops, que ya no se llamaba Top of the Pops siquiera, sin fijarme en la canción ni en el estribillo corredizo del que tanto hablaba Fer Cabezas con gente que a lo mejor era la Chica Selectiva o a lo mejor era Hache o a lo mejor, insisto, era yo mismo.

En cualquier caso, si hubiera que empezar de cero, si hubiera que formar un equipo desde las cenizas y establecer algo parecido a un himno, una canción estandarte, un motivo para sacar a la gente de la peli y la manta del sábado por la tarde, yo creo que elegiría "Pumped up kicks", canción que no sé por qué demonios nadie me dijo que tenía que haber estado en mi boda.

Llegar tres años y medio tarde a las cosas tiene sus desventajas pero también sus ventajas, por supuesto, aquel 2008 en el que descubrí todas las canciones de 2005, por ejemplo. El viernes estábamos la Chica Diploma y yo viendo uno de esos refritos de TVE con grupos improbables y se sorprendía de que me conociera incluso las que no me corresponden, es decir, no solo el "All together now", de The Farm, sino el "Saturday night" o el "España está de puta madre" programado tras la presentación hiperactiva de un diminuto Dani Martín y una bellísima Alicia Bogo.

Fueron otros años y otras discotecas, pero, sí, yo también estaba allí y yo también escuchaba los 40 Principales, mucho más que, pongamos, Radio 3. De hecho, creo que nunca he escuchado Radio 3 mucho más allá de Paco Pérez Bryan y su "De cuatro, tres", cintas grabadas con especiales sobre la muerte de Kurt Cobain y canciones de grupos holandeses que no podíamos perdernos. Radio 3 siempre me exigió mucho, una erudición y una fidelidad que se escapaba de mis posibilidades. La cualidad más disparatada que nadie me ha adjudicado jamás es la de ser constante. Si yo hubiera sido constante, si pudiera serlo, iban a estar las cosas como están...

En fin, que mucho más fácil Los 40 o incluso Radio España Top 40 y todos los derivados. Canciones de Rick Astley en el Rolling Disco de la Estación de Chamartín mientras la Eva Primigenia sonreía, un par de rizos siempre cayéndole sobre la cara, y yo me caía una vez tras otra, torpes doce años y zapatos alquilados llenos de sudor ajeno. He escuchado mucha música para deprimirme pero sobre todo la he escuchado para evitar la depresión y en eso he puesto pocos filtros. Sorprendentemente, "Ponte las pilas" no era uno de ellos.

En las canciones encontraba siempre algo que estaba por llegar y que me podían dejar prestado: por ejemplo, Paul McCartney destrozó mi pre-adolescencia con unas promesas que nunca se cumplieron. Chimo Bayo me hizo sentir bakaladero insomne con solo catorce años, y Soundgarden o Nirvana me reconfortaban con sus nanas autodestructivas. Pero, junto a eso, estaba Guru Josh, claro que sí, o estaba el Brit Pop en todo su esplendor, Brett Anderson cantando "So young" en los cascos de un walkman que cruza las islas del Egeo. Himnos generacionales, incluso cuando tu generación ya ha pasado de largo. Reengancharse al siguiente tren. La música como pertenencia y salvavidas: mejor no mojarse demasiado el culo.

"Pumped up kicks" se me da un aire a "Young folks" de Peter, Bjorn and John, grupo que no sé si sigue existiendo por mi mencionada falta de constancia. Es parecida pero más alegre. Por lo que recuerdo, "Young folks" tenía un punto más tristón, melancólico, dos contra el mundo y quien no nos entienda que no nos compre. Puede que fuera así o puede simplemente que con esa canción me pasó como con Paul McCartney: que la chica se bajó del autobús en marcha y me dejó con cara de idiota.