lunes, agosto 04, 2014

CIS de julio 2014: El PP tiene un problema enorme



Uno de los titulares más divertidos que se pueden leer con respecto a la encuesta de julio del CIS es que el PP ha aumentado su ventaja sobre el PSOE. Yo lo entiendo, porque no se puede pasar la prensa toda la vida pintando la realidad en blanco y negro, en Zipi y Zape, cobrando y sufriendo de los dos partidos casi a diario para ahora darse cuenta de que ya no son las únicas referencias. Lo eran cuando el que ganaba de los dos gobernaba seguro, pero no está claro que ese sea el escenario actual.

Al menos, no es el escenario que describe dicha encuesta. El PP ganaría, sí, pero con un 30%. El resultado es horrible. Incluso con la dispersión del voto de la izquierda, un 30% de votos es muy difícil que te lleve más allá de los 135-140 escaños y con ese número de asientos, Rajoy no va a repetir mandato. Sería muy complicado hacerlo frente al 44,7% que sumarían los tres grandes partidos nacionales de izquierda. A eso, súmenle los nacionalistas y comprobarán que las cuentas no salen. Posiblemente, y a la italiana, ni para unos ni para otros, lo que nos llevaría a una repetición de elecciones.

El resultado del PSOE es malo, sí, tan malo que es el peor de su historia, fiel reflejo del momento de dicho partido. Aun así, le puede valer para encabezar un frente de izquierdas, aunque se acabó la forma andaluza de gobernar a las bravas y que luego la jueza reparta responsabilidades. Como posibilidad me resulta atractiva y más atractiva me resultaría si IU no se hubiera decidido a estar del lado de la Junta en todo el tema de los ERE, mal síntoma de lo que puede venir si ese mismo pacto se repite en la Moncloa...

Un 21,2% de los votos cuando todo el electorado de izquierdas se te está yendo es para preocuparte, pero no es lo del PASOK y en eso estará de acuerdo hasta el bueno de Dani Arjona.

En total, entre PP y PSOE, según el CIS, sumarían el 51,2% de los votos. Aparte del bajo porcentaje, únanle una brutal previsión de abstención y una cantidad de votos blancos que asusta: hasta un 4%, según el cálculo de los encuestadores, siguiendo la tendencia de las últimas elecciones y la manida desafección de la ciudadanía con la clase política.

En tercer lugar aparece Podemos, y lo hace en tercer lugar básicamente porque el CIS ha interpretado que sus votantes son más impulsivos contestando que los de los dos grandes partidos. Probablemente, tengan razón. Si contamos la intención directa de voto, Podemos estaría por delante del PSOE y al rebufo del PP. Pasado por la cocina estadística -necesaria, ojo, muy necesaria- acaba un poco más atrás, pero con un impresionante 15,3% de los votos, algo que nunca, ninguna tercera fuerza ha conseguido en este país, con lo que es muy complicado trasladarlo a escaños.

Es difícil saber si el efecto Podemos aguantará un año entero. Da la sensación de que los intentos por desactivarlo no hacen sino nutrirlo más. El nivel de crítica a Pablo Iglesias ha llegado a puntos tan ridículo que a la fuerza sus seguidores acaban reforzando su postura. Yo no digo que a Iglesias no haya que criticarlo o que no haya materia para la crítica, que la hay y mucha; precisamente por eso, convendría afinar el tiro y dejar de andar con tonterías populistas, más que nada porque a populismo y manejo de la dialéctica -en el sentido socrático pero no solo- es complicado acorralarle.

En cualquier caso, lo interesante será saber si aguantará hasta mayo de 2015, porque esa es la fecha clave. Si Podemos aguanta hasta las elecciones municipales y autonómicas o si el votante de izquierdas desencantado mantiene su activismo incluso cambiando de partido, el PP perderá prácticamente todo su poder regional y eso es mucho perder en un país como este que tiene de federal todo menos el nombre. La ley electoral te puede salvar los muebles en unas generales, pero en las autonómicas, salvo que te pongas a cambiar las leyes como loco -y en eso están, claro- es muy complicado porque la sobrerrepresentación de los grandes partidos baja y se equilibra la de los partidos minoritarios.

Lejos quedan IU y UPyD, aunque sus resultados mejoran los de 2011 y les otorgarían en torno a la decena de diputados en ambos casos. Suena decepcionante porque ambos pudieron reinar y se quedarán en nada. Son los dos grandes damnificados del "efecto 15M" básicamente porque uno de los dos partidos -IU- no lo entendió nunca y otro- UPyD- se dedicó a despreciarlo desde el principio, justamente cuando todo su electorado -juventud de clase media harta del bipartidismo y las consecuencias de una sociedad impregnada de corrupción en lo pequeño y lo grande- estaba en Sol, Plaza de Cataluña y similares. No supieron verlo y el tiempo parece que les va a condenar a un segundo plano del que ya tendrán muy complicado salir.

Curioso lo del 15M, y el que quiera saber más, que compre mi libro. Estaba ahí antes, estuvo durante dos semanas y está todavía tres años después, pero aún nadie tiene ni idea de qué demonios era, lo cual supongo que le da a Podemos una ventaja importante sobre el resto, porque ellos sí, más o menos, tienen una idea. Esto no quiere decir que todos los que estuvimos en el 15M votemos a Pablo Iglesias -yo no creo que lo haga nunca- pero es indudable que supieron captar las ilusiones y algunos unicornios y ponerlos sobre un papel, eso que tanto le pedían continuamente prensa y políticos en vez de mirar la viga en ojo propio.

Quedan, por lo demás, las pequeñas cuitas: ERC supera a CiU en Cataluña, pero eso ya lo dábamos por hecho casi. En el País Vasco, habrá que ver qué pasa con Amaiur y el PNV, empatados en el sondeo. Entiendo que la alternativa de Ada Colau y "Guanyem" está incluida en la intención de voto de Podemos pero lo mismo no. Es una iniciativa interesante y que funcionará muy bien. Incluso, con un poco de suerte, consigue convencer al espectro político catalán de que lo importante no es ser independiente o no sino que primero conviene que no te echen de casa o que un mosso no te deje tuerta.