domingo, agosto 24, 2014

Pablo Iglesias y la Chica Langosta



Hay algo que me gusta y algo que me disgusta del protagonista de "Romeo and Juliet", la canción de Dire Straits. Me gusta que al menos tenga el recurso al pataleo y me disgusta que ese pataleo tenga algo de posesivo y enfermizo.

Con todo, la letra sigue teniendo momentos geniales, de los que esta vez voy a rescatar aquello de "...and I dreamed your dream for you, and now your dream is real, how can you look at me as if I was just another one of your deals?". Dejemos al lado el paternalismo y afrontemos una realidad: hay gente a la que no la puedes mirar como si fuera un lío más, no ya porque hayan soñado tu sueño por ti, que manda cojones, sino porque al menos conocían el sueño y el sueño no se lo vas contando por ahí a cualquiera.

Supongo que esa es la razón por la que los del colegio nos seguimos reuniendo y los del instituto hemos puesto una diferencia abisal entre nosotros. Simplemente, sabemos demasiado y los demás saben demasiado, que es aún peor. Eso lo hace todo más peligroso si tienes algo de orgullo y orgullo nos sobraba a todos, me da la impresión. Compartiste la adolescencia con una serie de gente que te puede identificar fácilmente porque, seamos honestos, desde la adolescencia uno cambia quizás en las formas, pero los fondos suelen ser parecidos: las mismas necesidades, las mismas carencias, los mismos anhelos...

Yo recuerdo mucho, por ejemplo, los anhelos de la Chica Langosta, que eran ante todo anhelos de huida. Anhelos de salir de su barrio de extrarradio y plantarse por ejemplo en la capital de la construcción europea y no tenerle miedo a nada. La última vez que nos vimos fue hace siete años y a su vez hacía cuatro años de la anterior. Como ven, no tenemos mucho trato y los dos parecíamos aterrorizados por lo que pudiera salir de ahí. La Chica Langosta se casó y tuvo hijos, en eso nos parecemos. En todo lo demás, supongo que no, y no pasa nada, pero, ¿cómo mirarla como si fuera un lío más, ella, mi otra gran Matilde Urbach? Recreo el encuentro y tiene que ser un encuentro sonriente y cómplice, porque yo sé y ella sabe y en eso consiste y no hay tanta gente que esté al tanto.

La Chica Langosta estudió ciencias políticas en la Complutense, campus de Somosaguas. Si no compartió clase con Pablo Iglesias fue por apenas un año de diferencia. Ese triste momento en el que incluso los políticos son más jóvenes que tú. A Pablo Iglesias lo leo en el interesante libro de Jacobo Rivero y tiene ideas interesantes. Otras, no tanto. El libro, como cualquier conversación, tiene un punto apresurado, de poco detalle, de repregunta que no cabe. Por lo demás, el empeño de Iglesias en mostrarse como un no sectario, incluso en determinar el sectarismo como uno de los problemas de la izquierda, me parece interesante. No sé si creíble, eso el tiempo lo dirá, pero interesante, como si de verdad fuera otra cosa distinta y quiera cambiar las categorías.

Por lo demás, la Chica Diploma se ha enganchado a "Breaking Bad" apenas unos meses después de que me enganchara yo y de vez en cuando echo un vistazo a algún capítulo con ella o comentamos las mejores jugadas. Es una serie fascinante. Cuando la vuelves a ver es más fascinante aún porque te fijas en esa presentación de los personajes con planos de sus coches o la evolución de esos mismos personajes, los matices de la actuación, lo bien trabajado que está lo banal, el manejo del absurdo sin demasiadas pretensiones... Yo querría haber sido guionista de "Breaking bad" y lo más que he llegado es a escribir cinco cortos de los cuales solo se ha rodado uno y mal.

Yo siempre quise ser algo más que un lío y me metí en una cantidad de problemas impresionante. No solo quise que un millón de personas dijeran mi nombre sino que a la vez una persona lo dijera un millón de veces. El problema es que tenía que ser la persona que yo eligiera y esa es una trampa enorme en el juego, porque ser estrella, así, por imposición, no tiene demasiado sentido.