Y ya que estoy cantándola todo el día y no me apetece hablar de Litvinenko ni de Vinokourov, pues la cuelgo y a lo mejor alguien descubre algo...
Insomnio personalizado
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Al borde de las cinco de la madrugada, apurando ya la reglamentaria hora de
insomnio, reparo en su índice onomástico. ¡Qué bárbaro volumen!…
Hace 4 horas